El poblado de Windsor vive un creciente furor mientras se acerca el día de la boda del príncipe Enrique y Megan Markle. La emoción sube como la espuma de una cerveza creada especialmente para los súbditos que acudirán a brindar con ellos en su gran día.
La cerveza también recibe un trato real mientras es entregada a los bares locales. Y con los pubs autorizados a cerrar tarde durante las celebraciones, los fanáticos de la realeza dedican varios brindis a la feliz pareja.
Se espera que unas 100 mil personas acudan a Windsor para la boda entre la pareja que está programada para el 19 de mayo.