¿Cuán grande es la función de la genética sobre el peso? Cuando existe una predisposición genética a la obesidad, ¿cuán eficaz puede ser a largo plazo la dieta u otra estrategia para bajar de peso?
La genética desempeña una función en el peso, pero no es la única culpable. El entorno, el estilo de vida y las alternativas sanas también contribuyen mucho al peso corporal. Sin embargo, los genes son los que marcan una diferencia en el tipo de estrategia que funciona mejor para alguien. Hay que considerar todos estos factores al decidir cómo se proseguirá para lograr bajar de peso.
La obesidad es un problema
El sobrepeso y la obesidad es un problema que se ha agravado entre los guatemaltecos en las últimas décadas. Estas condiciones afectan al 71 por ciento de los adultos del departamento de Guatemala y el 66% de quienes habitan en el resto del país, según una encuesta realizada por el programa de Enfermedades Crónicas no Transmisibles del Ministerio de Salud.
Esto es preocupante porque la obesidad se relaciona con muchos problemas de salud graves, incluido diabetes, enfermedads del corazón y accidentes cerebrovasculares.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) calculan que el costo médico anual de la obesidad en Estados Unidos es de alrededor de 150 000 millones de dólares.
Se necesita una mejora forma de controlar el peso
Dado estos datos, queda claro que se necesita una mejor manera de controlar el peso. En lugar de enfocar la pérdida de peso como un problema igual en todos, lo necesario es una estrategia más personalizada.
Los análisis genéticos pueden servir en el desarrollo de un método personal para bajar de peso. Por ejemplo, sus genes pueden marcar una diferencia en factores como cuán lleno se siente al comer, su nivel de apetito y cómo su cuerpo usa la energía y consume calorías. Todos estos, el gasto energético, cuán lleno se siente, el apetito, la composición corporal y el vaciado gástrico, pueden evaluarse. Algunos análisis específicos también sirven para revelar cómo responde el cuerpo a ciertos medicamentos.
Esa información puede ser muy valiosa en la creación de un programa para bajar de peso ajustado a sus necesidades corporales y que haga más probable que usted pierda peso y se mantenga así a largo plazo.
Marca una diferencia
Un ejemplo de cómo este tipo de evaluación cuidadosa puede marcar una diferencia puede verse en el consumo de los medicamentos para bajar de peso. Actualmente, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos autorizó cinco medicamentos para bajar de peso dirigidos a la gente obesa.
Normalmente, cuando se emplean estos medicamentos, alrededor de 30 por ciento de las personas no responde (no baja de peso o pierde muy poco con el medicamento); aproximadamente 30 por ciento responde moderadamente, y el 30 por ciento restante responde de manera significativa y pierde el equivalente al 10 por ciento de su peso corporal total en un año.
Con información de Dr. Andrés Acosta / Gastroenterología y Hepatología de Mayo Clinic