“Alguna vez quise ser artista y me lo propuse”, dice la transexual chilena Daniela Vega, que acaba de sumar a sus reconocimientos el premio Platino a mejor actriz por su aclamado papel en la también ganadora “Una mujer fantástica”.
La cinta, que ya se había llevado el Óscar a mejor película extranjera, ganó el domingo cinco galardones, incluyendo los de dirección, guión y montaje.
“¡Es que no damos más de alegría! Muchas gracias Premios Platino por estos reconocimientos que recibo con el corazón lleno de amor y a nombre de todo el equipo”, afirmó a través de Facebook.
Vega está escribiendo un libro y una obra de teatro, y trabajó en una película que debe salir a finales de año. “Soy una actriz con mucha energía”, afirma durante una entrevista con AFP en Estados Unidos, donde promociona el lanzamiento del DVD del filme de Sebastián Lelio que la lanzó a la fama.
Además, sostiene conversaciones para nuevas producciones, “pero están aún en cierres”.
“A propósito de la película, voy hacia adelante y hacia atrás en mi vida para tratar de contarles cómo siento la vida, la poesía, el arte, de qué manera me relaciono con la gente, mis memorias”, explica sobre su libro la también cantante lírica de 28 años, que empezó su carrera de actriz hace ocho.
“Al cine llegué por el teatro, porque comencé en teatro y la música. Primero la música, después el teatro y luego el cine, fue una cadena”.
En “Una mujer fantástica” interpretó a Marina Vidal, una mujer transgénero que ante la muerte de su pareja se enfrenta a la discriminación y el rechazo de la familia del difunto en una muy conservadora sociedad chilena. El papel se llevó el aplauso mundial.
“Hay que legislar”
Los éxitos cosechados por “Una mujer fantástica” le han dado a Vega una proyección rápida e inesperada. Fue la primera transexual en presentar un premio en una ceremonia de los Óscar y es una invitada habitual de festivales y eventos del séptimo arte.
También fue considerada una de las cien personas más influyentes del mundo por la revista Time, algo que fue bien recibido por Vega al considerar que “amplifica” su voz.
La entonces presidenta Michelle Bachelet se dijo “muy orgullosa” de su compatriota. “La película muestra los desafíos que enfrentamos no solo como país sino como seres humanos, y eso pasa por aceptarnos y confrontar la realidad de la gente transgénero en nuestras sociedades”, escribió en la publicación.
Y la euforia por los múltiples reconocimientos que recibió el filme puso el asunto del reconocimiento jurídico de las personas transgénero definitivamente en el tapete en Chile.
Vega, quien figura con su nombre masculino en el documento de identidad, subraya que “es un tema de derechos humanos: hay que legislar”, en alusión al proyecto al que Bachelet le dio carácter “urgente” antes de ceder el cargo al conservador Sebastián Piñera y que está siendo evaluado por la Comisión Mixta del Congreso.
Pero “no solo es identidad de género: es aborto, matrimonio igualitario, cortar la brecha salarial entre hombres y mujeres, sistema de pensiones…”, enumeró Vega.
La intérprete aseguró que por donde va siente “mucho cariño, mucho respeto” y reiteró que nunca se imaginó que la película fuera a “explotar como lo hizo”.
Su proyecto teatral espera que salga el año próximo. Es una obra basada en la vida de la enigmática poeta chilena Stella Díaz Varín y en cuya producción está más involucrada.