A esta historia la he titulado:
El bebé que nació para morir.
Una de mis fuentes una señora de avanzada edad, me contó una historia muy macabra, de sus tiempos por los años de 1910, fue cuando se generó un gran misterio en la antigua Ciudad de Guatemala, la misma de la época de Manuel Estrada Cabrera. Este relata un hecho que parecía inexplicable.
Me relataba que un bebé muerto fue encontrado en la cama de sus padres luego de ser enterrado, ya que la mamá habría profanado la tumba.
Me decía que la señora padecía de trastornos mentales, desde antes de nacer el bebé, mismo que venía con problemas respiratorios, que solo había alcanzado a vivir unas horas.
La mamá no quiso reconocer que el bebé hubiera muerto y contra su voluntad, los familiares y el esposo le dieron cristiana sepultura.
La criatura fallecida fue enterrado un lunes y al jueves siguiente apareció en la cama de la pareja.
El marido temeroso de que pudiera haber problemas con las autoridades por la profanación de la tumba, no hizo ninguna denuncia, y al ver el estado mental de su esposa, decidió dejarla tener al bebé, y la instaló en una habitación la cual había sido previamente sellada, tapiando las ventanas y aguantando los olores, que del bebé emanaban.
Narraba la señora que así se mantuvo por varios años a la mujer y al bebé fallecido, hasta que buen día la mujer amaneció muerta y del cuerpo casi esqueleto del bebé, no había ningún rastro por toda la habitación y la casa.
El marido viudo, al enterrar a su esposa en el mismo lugar donde años atrás habían enterrado al bebé, casi muerte de un infarto, al descubrir que el esqueleto del bebé estaba en su lugar envuelto en el mismo mantón en el que su esposa desde un principio lo arropó.
La esposa antes de fallecer al parecer fue y enterró a su hijo, para volver a estar junto a él por toda la eternidad.
Me partió el corazón esta historia ¿ a ustedes ?