¿Comer pescado durante el embarazo aumenta el riesgo de autismo en el bebé?
Esta es una de las preguntas que muchas mujeres se han realizado por años. El consejo sobre comer pescado durante el embarazo es complicado y abrumador. Un nuevo estudio sugiere que el autismo puede no estar relacionado con el consumo de pescado durante el embarazo.
Los científicos de la Universidad de Bristol consideraron la suposición de que la exposición al mercurio durante el embarazo es una de las principales causas de autismo, utilizando evidencia de casi 4500 mujeres que participaron en el estudio Children of the 90s. Usando análisis de muestras de sangre, consumo de pescado e información sobre autismo y rasgos autistas de uno de los estudios longitudinales más grandes hasta la fecha, los investigadores no encontraron vínculos entre los niveles de mercurio en las madres y el autismo o los rasgos autistas en sus hijos. El único efecto adverso del mercurio encontrado fue una mala cognición social si las madres no comían ningún pescado, especialmente para las niñas.
La autora principal, Jean Golding, comentó: “Nuestros hallazgos refrendan la seguridad de comer pescado durante el embarazo. Es importante destacar que no hemos encontrado ninguna evidencia que respalde las afirmaciones de que el mercurio está involucrado en el desarrollo de autismo o rasgos autistas. Esto se suma a un cuerpo de trabajo que respalda la ingesta de pescado durante el embarazo para un buen comienzo nutricional de la vida con al menos dos comidas de pescado a la semana”.
Otra investigación realizada en Estados Unidos años antes encontró que la exposición al mercurio durante el embarazo, cuya fuente principal es el consumo de pescado, incrementa el riesgo de que el niño desarrolle trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) más tarde en la vida.
Sin embargo, el estudio también descubrió que cuando se consumen ciertos tipos específicos de pescado, como salmón, durante el embarazo se reduce ese riesgo de TDAH.