La falta de horas de sueño tiene consecuencias evidentes durante el día: tendencia a dormirse a todas horas, tristeza, irritabilidad, actitud pesimista, cambios repentinos de humor y aumento de la ansiedad.
Disminuye la atención
Dispersos y con dificultades para centrarnos en un objetivo. Ese es el estado en el que nos encontramos después de toda una noche privados de sueño. Estudios de neuroimagen realizados en la Universidad de Pensilvania (EE. UU.) revelaron que se debe a una merma de la actividad en las neuronas de la corteza prefrontal, que mantienen la atención continua, así como de la llamada red de prominencia. Esta área del cerebro se ocupa de reconocer la información nueva en el entorno y de concentrar la atención en los acontecimientos importantes. No solo eso: la velocidad de reacción de nuestra materia gris también se reduce significativamente tras veinticuatro horas de vigilia.
Se altera tu reloj biológico
Una sola noche en vela es suficiente para que la actividad de los genes que controlan el reloj biológico de tus células se trastoque. Esos cambios epigenéticos –modificaciones reversibles en la expresión del ADN– afectan de inmediato al control de los niveles de azúcar en sangre tanto en el tejido graso como en los músculos, según una investigación de la Universidad de Upsala, en Suecia. Y lo más preocupante es que eso incrementa el riesgo de padecer diabetes.
Pierdes neuronas
Un estudio del mismo centro sueco publicado en la revista Sleep revelaba que no pegar ojo aumenta los niveles sanguíneos de dos moléculas indicadoras de daño neuronal: la NSE y la S-100B. Es decir, la falta de sueño hace que perdamos tejido cerebral. En trabajos anteriores se había apreciado que en las personas con dolencias neurodegenerativas la concentración de estas dos proteínas es superior a lo normal.
Te entran ganas de comer sin parar
Escudriñando la sesera con ayuda de la resonancia magnética, los científicos han demostrado que una jornada en blanco provoca que las neuronas del área del cerebro relacionada con el deseo de comer, la corteza cingulada, se activen con más intensidad de lo normal. Además, la falta de sueño altera la concentración en sangre de grelina, la hormona del apetito, precisamente la que nos impulsa de manera irrefrenable a asaltar el frigorífico de madrugada cuando padecemos insomnio.
Te preparas para la pelea
Si no pegas ojo es más probable que discutas con tu pareja, según comprobaron Amie Gordon y sus colegas de la Universidad de California, en Berkeley (EE. UU.). Tras estudiar a más de un centenar de compañeros sentimentales, llegaron a la conclusión de que la falta de descanso nocturno reduce notablemente la capacidad de manejar conflictos. Los nervios están a flor de piel y es mucho más fácil que salte la chispa.
Adoptas decisiones temerarias
Científicos de las universidades de Berkeley y Harvard (EE. UU.) han probado que el insomnio aumenta a corto plazo la euforia y la predisposición a ser arriesgados en sus resoluciones. Tanto es así que Matthew Walker, coautor del estudio, recomienda que profesionales como los médicos y los pilotos de aerolíneas no adopten una decisión si pasan veinticuatro horas sin descansar, porque “no son totalmente racionales”.
Estás espídico
Tras una juerga, los ojos están abiertos como platos por el aumento de dopamina, neurotransmisor que también ayuda a seguir motivados a pesar de la fatiga. Sus efectos son como los de las anfetaminas, según un trabajo en The Journal of Neuroscience. Pero la cantidad segregada con el fin de compensar la falta de sueño no es suficiente para evitar los déficits cognitivos de quien no ha pegado ojo.
Sufres riesgo de alzhéimer
Mientras planchamos la oreja, las proteínas ß-amiloides que durante el día se acumulan en el cerebro –y que están relacionadas con el alzhéimer– se eliminan hasta reducir a mínimos su concentración. Sin embargo, una jornada sin dormir impide que se produzca esa limpieza, lo que aumenta el riesgo de padecer demencia, como sacaba a la luz un estudio holandés en JAMA Neurology.
Se altera la memoria
Cuando pasamos una noche sin pegar ojo, nuestra mente falla: la formación de falsos recuerdos aumenta y la tendencia a incluir en nuestra descripción de unos hechos detalles erróneos se incrementa. Tan evidente es el efecto que, según una investigación publicada en el Journal of Sleep Research, no es aconsejable escoger como testigos en un juicio a quienes presenciaron un crimen después de una día en vela.
Conduces peor
Después de pasar un día sin dormir es aconsejable que evites ponerte al volante, incluso si no has probado ni una gota de alcohol. De acuerdo con un estudio de la Universidad Metropolitana de Mánchester, en el Reino Unido, los movimientos horizontales de los ojos y los de las manos sobre el volante se desincronizan tras un día completo sin descansar, por lo que es más fácil perder el control del vehículo.
Tomado de: https://www.muyinteresante.es/salud/fotos/10-efectos-sobre-el-cerebro-de-pasar-una-noche-en-blanco
Autor: Elena Sanz