Demetrio Ioannou, reportero que realizó la investigación periodística, afirma: “Christos está ahora en el tercer año escolar, pero cuando se gradué el centro seguramente cerrará durante años. Solo volverá a abrir si una de las personas más jóvenes que habitan la isla forme una familia y tenga hijos”.
Esta labor pedagógica que sucede en la isla Arkoi es peculiar y única. En otros casos similares en Grecia se reúne a todos los estudiantes de diferentes pueblos cercanos entre ellos en un mismo centro educativo. En este caso no es posible por una situación de desplazamiento, no siempre se cuenta con un ferry que transporte al niño a otra isla más grande cerca de Arkoi para que Christos pueda recibir sus clases.
La escuela antes se mantuvo abierta por el hermano mayor de Christos, Panayotis, quien mantuvo el lugar vivo, y mucho antes de él sus hermanos y primos mayores.
Un hecho interesante de esta historia es que la Maestra María Tsialera vive cerca en una isla grande llamada Leipsoi- lugar donde vive con su marido y se transporta ida y vuelta todos los fines de semana- paradójicamente esta isla cuenta con el mayor número de jóvenes de todo el país. De las 790 personas censadas 200 son niños o sea casi un 35% de la población son menores de 18 años.
