Aliou Cissé, nacido en Ziguinchor, Senegal, el 24 de marzo de 1976, se convirtió en el entrenador más joven del Mundial de Rusia 2018, el único de raza negra, y uno de los que menos cobra, vivió una dramática historia familiar.
Cissé cobró fama en este mundial por sus rastas, pero como jugador formó parte del Senegal que participó por primera vez en su historia en un Mundial, y fue en el de Corea y Japón en 2002.
La selección sorprendió, al llegar hasta cuartos de final donde cedió ante Turquía.
Cissé, que no lucía las rastas de ahora, era el capitán, con el 6 a la espalda, de un equipo que lideraba junto a futbolistas como Diao, Pape Diop, Diouf, Camara.
El exfutbolista que se inició en Francia, se hizo cargo de la selección senegalesa en 2015, sustituyendo al exinternacional francés Giresse.
Y después de 16 años de ausencia, Los Leones del Teranga volvieron a disputar un Mundial bajo sus órdenes.
Esta vez lograron empatar frente a Japón y le ganaron a Polonia, pero cayeron frente a Colombia 0-1.
Tragedia
Pero Cissé llevo consigo una historia familiar dramática.
Dos meses después de triunfar en el Mundial de 2002, y tras fichar por el Birmingham, recibió una de las peores noticias de su vida.
El transbordador Le Joola, que cubría el trayecto Ziguinchor-Dakar, se hundió como consecuencia de una tormenta.
En el momento del accidente, la embarcación transportaba el triple de su capacidad máxima, 580 pasajeros.
Este fue considerado el segundo mayor desastre marítimo civil de la historia, donde perdieron la vida 1 mil 893 personas, sólo se salvaron 64 personas.
Entre los fallecidos había 12 miembros de la familia de Aliou Cissé, entre tíos, tías, sobrinos y primos.
Con información de AS