Cómo puedes mejorar en la cama según los consejos de una chica…
¿Alguna vez has escuchado a una chica decir que el mejor sexo que ha tenido ha sido… con otra chica? ¿Tienes alguna idea de por qué lo dicen? Y antes de que te pongas a hacer un drama nivel Neymar, detente a pensar un poquito en la razón… entre mujeres nos entendemos mejor, pero si crees que “entender” es algo imposible para ti. Entonces te tengo la solución perfecta: ¡PON ATENCIÓN!
Todo empieza por la seducción
Quizá no lo sepas y no le das mucha importancia a la seducción, pero ésta es realmente importante. Podríamos decir que equivale a más de un 50 % de qué tan buena o mala juzgas una sesión de sexo. ¿Cómo se logra esto? No te apresures, tómate tu tiempo, y sobre todo, mide el nivel de tensión sexual del ambiente y de tu pareja. No todas las chicas son iguales, hay quienes necesitan un poco más para relajarse y sentirse cómodas; y para eso no hay cosa mejor que acercarte poco a poco, besarla con dulzura y notar cómo su cuerpo va tomando confianza. Ahora, si estás en medio de una aventura clandestina y pasional, no creas que es diferente, igual no van a tardarse tres horas, pero tampoco vas a llegar directamente a la penetración. Antes de ésta, caben dos que tres besos y unas caricias resbaladizas.
Observa… sin ser tan intenso
Y cuando digo observa, no hablo únicamente de los ojos… A la hora de tener sexo, todo tu cuerpo está alerta a la más mínima señal, debes confiar en la piel; siente cada movimiento de tu chica, los cambios en su postura, sus gestos, la tensión de sus músculos, su respiración, la fuerza con la que te acaricia, el modo de sujetarte… Cada cosa es un indicador de qué tan cómoda está, qué tanto lo está disfrutando, si ya quiere irse, si está a punto del clímax… Sólo con acercarte a ella «despacito» y sentirla a través de tu piel, podrás saberlo y, en función de eso, actuar. No habrá margen de error.
Con cadencia y con ritmo
No sabes lo frustrante que es una relación sexual sin ritmo; la importancia de la cadencia y la sincronización. Si estás más concentrado en el placer propio que en el de ella, o mejor, el de ambos, jamás lograrás ser un buen amante. Harás todo por tu cuenta y nunca probarás las mieles de llegar al clímax al mismo tiempo que tu pareja; sí, esto es posible y es la sensación más placentera. Tampoco tendrás la satisfacción de ver a una mujer retorcerse de placer ni llegarás a escuchar las palabras “otra vez”. Lo que tienes que hacer es ajustarte a tu pareja, ¿y si la tomas un poco por la cintura antes de empezar a moverte? ¿Y si sujetas sus piernas para sincronizarte con sus movimientos? Ve y hazlo, no te vas a arrepentir.
Arriésgate… pero con delicadeza
Una vez que hayas cubierto todos los puntos anteriores, ¡ve por todo! Pero sé consciente de que una cosa es ser arriesgado y creativo y otra cosa es someter y ser impositivo; primero, una vez más, debes poner atención. Puede que se te ocurra “bajar” un poco, atarla o manipular su cuerpo en una posición arriesgada, pero si notas que se pone tensa, debes detenerte. Recuerda que, aunque nos estemos quemando de pasión y deseo, si algo nos incomoda se detiene todo sin oportunidad de reiniciarlo. Puedes probar preguntándole si le gustaría intentar tal o cual cosa, o conducirla lentamente (y con gentileza) hasta lo que quieres. Cada reacción suya es muy importante, ella sabrá decirte, y gritarte, si lo está disfrutando.