Una de las propiedades más emblemáticas de los años 90 fue si duda la lujosa casa de Luis Miguel, quien pasaba largas jornadas de descanso y diversión en ella.
Gracias a la serie, la mansión ubicada en el puerto turístico de Acapulco, en Guerrero, México atrajo de nuevo la atención.
La casa del cantante se construyó en los años 90 sobre un terreno de 36.000 metros, en una zona de Acapulco conocida como Playa Bonfil, desde donde tenía una privilegiada vista al Pacífico mexicano. Durante mucho tiempo, esa casa fue la única propiedad levantada sobre la solitaria playa, que años más tarde se convirtió en la zona Diamante; una de las más caras de aquel puerto, que albergaba las residencias de celebridades y políticos.
Después de que el lugar se fue poblando y el artista no contaba con el tiempo para visitarla, la mansión sufrió un evidente deterioro, hasta el año 2013 la propiedad fue del cantante, quien decidió venderla a una inmobiliaria propiedad de su amigo empresario Jaime Camil y el tenor Plácido Domingo. Por ella pagaron 8.8 millones de dólares.
La casa fue derrumbada a la semana siguiente.