Un bebé de mes y medio de nacido, murió después de que su padre introdujera sus dedos en la garganta para tratar de encontrar sus cuerdas vocales y evitar que llorara. Esto sucedió en Estados Unidos.
Además, el hombre lo arrojó contra la cama, lo cual le provocó severos golpes. La madre del pequeño fue testigo.
Admite su culpa
Megan Hendricks, la madre del pequeño, está acusada por encontrarse de pie y observar cómo el padre atacaba al bebé sin tratar de pedir ayuda.
Se dijo que al llevar al hospital al bebé, la mujer presuntamente mintió y dijo que ella no sabía cómo había resultado herido.
El bebé llegó al hospital casi muerto, con huesos rotos, lesiones hepáticas y hemorragia cerebral, sin embargo debido a la gravedad de su salud y después de varias semanas en cuidados intensivos a finales de noviembre de 2016 fue declarado muerto.
Después de ello, el padre Robert Burnette, de 21 años testificó ante el tribunal los hechos. Dijo que tomó a Jaxon (bebé), de seis semanas, y lo arrojó boca abajo sobre una cama, antes de agarrar al pequeño por la nuca y meterle los dedos en su garganta. Comentó que estaba cansado de escucharlo llorar.
La sentencia
Burnette ha sido sentenciado a una pena de 30 años de prisión y su pareja comenzará su juicio a finales de este mes.
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