Por primera vez desde hace casi 70 años, la Academia Sueca que entrega el Premio Nobel de Literatura pospuso en 2018 la atribución del galardón, tras un escándalo de agresiones sexuales vinculado al movimiento #MeToo.
La venerable institución decidió aplazar el premio hasta 2019, tiempo para reformarse y remplazar a aquellos miembros que renunciaron.
Estas son cinco cosas que deben conocerse sobre el Premio Nobel de Literatura y la Academia.
El mejor pagado
El Premio Nobel de Literatura es el más conocido y mejor pagado (actualmente nueve millones de coronas, equivalente a unos €873.00, un millón de dólares) de los 16 premios que concede la Academia Sueca.
En su testamento, el inventor Alfred Nobel confió a la institución sueca la misión de recompensar cada año “al autor de la obra literaria más destacada de tendencia idealista”.
Desde 1901, de cuatro a cinco miembros, de 18, elegidos por tres años, se encargan de recopilar y discutir las propuestas de nominación antes de someter una lista de nombres al conjunto de los académicos.
La asamblea de miembros de la Academia discute así las propuestas antes de votar por mayoría absoluta.
350 propuestas por año
Los archivos de la Academia Sueca están llenos de cartas de los autores más destacados que reclaman más o menos sutilmente la atención de los académicos.
Cada año, la Academia recibe unas 350 propuestas escritas de candidaturas procedentes del ámbito literario y lingüístico. Cada uno hace saber las virtudes de su favorito, e incluso propone una ofrenda a la atención de los académicos. Un regalo habitualmente mal visto.
Las candidaturas, para ser válidas, deben renovarse cada año y entregarse antes del 1 de febrero. Los candidatos, por su parte, deben estar vivos y, en principio, haber publicado durante el año.
Siete años en blanco y un rechazo
El palmarés del Nobel de Literatura cuenta con 114 laureados. La lista, de un total de 110 atribuciones, comprende cuatro premios dobles.
Fue rechazado una vez, en 1964. El filósofo francés Jean-Paul Sartre declinó la recompensa, una decisión inédita y sobre todo imprevista en el testamento Nobel. Por tanto, actualmente sigue siendo premiado, sin haber recibido nunca el dinero del galardón.
En 1958, Boris Pasternak se vio obligado a rechazar el premio, bajo la presión del gobierno soviético.
El Nobel de Literatura tampoco se entregó en siete ocasiones desde 1901, principalmente durante los periodos de guerras: en 1914 y 1918, en 1935, 1940, 1941, 1942 y 1943.
Y fue pospuesto un año en siete ediciones: en 1915, 1919, 1925, 1926, 1927, 1936 y 1949, a falta de candidatos considerados “dignos”.
Mujeres premiadas
Solo 14 mujeres fueron premiadas desde que el galardón se entregó por primera vez en 1901.
La escritora sueca Selma Lagerlof, conocida por sus fábulas y leyendas sobre su país, fue la primera mujer en obtenerlo en 1909.
La tendencia sin embargo ha ido mejorando. La mitad de las mujeres que ganaron el premio lo hicieron a partir de 1993, incluida la novelista estadounidense Toni Morrison ese año, la poetisa polaca Wislawa Szymborska (1996), la novelista británica Doris Lessing (2007), la autora canadiense Alice Munro (2013) y la escritora bielorrusa Svetlana Alexievish (2015).
La primera mujer secretaria permanente de la Academia Sueca, Sara Danius, autora y especialista en literatura, dimitió en abril después de que la institución no lograra ponerse de acuerdo sobre cómo gestionar las consecuencias del escándalo de agresión sexual.
Desaires famosos
El Nobel no se olvidó de estadounidenses como Faulkner, Hemingway o Steinbeck, ni de alemanes como Mann, Boell o Grass, o de franceses como Gide, Camus o Le Clézio. Y tampoco lo hizo con Kipling, Becket o García Márquez.
Pero pasó por alto a grandes plumas: Conrad, Strindberg, Joyce, Rilke, Proust, Valéry, Borges, Brecht, Virgina Woolf y más recientemente a Philip Roth, fallecido este año.
Algunos autores murieron prematuramente (el francés Paul Valéry falleció poco antes del anuncio del premio para el que era el gran favorito en 1945) y una parte de la obra de otros escritores fue publicada tras su muerte (Kafka y Pessoa por ejemplo).