Los pirosomas no son en realidad un único animal, sino que es una especie de colonia formada por decenas de miles de pequeños organismos.
En los últimos días están proliferando por redes las imágenes de un submarinista que se topa con un extraño ser blanquecino. Parece una especie de gusano marino gigante, pero también podría aparecer en una película de ciencia-ficción.
Pues bien, el submarinista es todo un experto en fauna acuática llamado Steve Hathaway, de 48 años, que contó lo que filmó al Washington Post, y lo que vemos es un pirosoma, uno de los seres más extraordinarios de la tierra.
Los pirosomas son una especie de organismo comunitario compuesto por miles de otros más pequeños. En otras palabras, no es un animal, sino que son miles de invertebrados a los que llamamos zooides y que pueden ser desde corales a ectoproctos u otros seres minúsculos. Ellos se juntan para formar esta estructura, que se alimenta de plancton y emite cierta bioluminiscencia.
“Siempre había soñado con ver uno”, dice Hathaway al Post, que cuenta que las imágenes se filmaron al norte de Nueva Zelanda. Es allí y en Australia donde se tienen más datos de estos organismos tan extraños, únicos en la naturaleza.
Existen de muy distintos tipos dependiendo de los animales que los formen y este que vemos en el vídeo es de los más grandes, pudiendo llegar a medir casi 10 metros. Son, por supuesto, inofensivos, se dedican a ir comiendo por ahí el plancton que encuentran. Los primeros relatos de estos organismos datan de finales del siglo XVIII, cuando se veía su luz bajo los barcos, lo que le llevó a tener el sobrenombre de “unicornios de mar”.