Los nervios son la causa número uno que nos quita el sueño, pero también hay otras razones que pueden estar detrás. Estos posibles motivos por los que te desvelas a media noche:
Por un ambiente inadecuado El ruido, la luz, el calor… interfieren en el sueño más de lo que imaginas, por lo que si no duermes bien, revisa tu habitación y haz los cambios oportunos.
Por ganas de ir al baño El cuerpo produce menos orina de noche, por lo que puedes dormir de 6 a 8 horas sin que las ganas de ir al baño te despierten.
Por dolor crónico Un 80% de los pacientes con dolor crónico duermen mal. Artrosis, dolor de espalda… pueden dificultar el sueño. Y si no duermes bien aumenta aún más la sensibilidad al dolor. No dejes que eso pase y acude al médico si es necesario. Si tienes dolor, descansar es clave para que mejorar.
Por reflujo gastroesofágico Cuando se padece reflujo gástrico, los ácidos del estómago suben al esófago provocando una sensación de ardor. Este síntoma empeora al estar acostado, por eso afecta al sueño.
Por el síndrome de piernas inquietas Este trastorno de origen neurológico provoca un hormigueo muy intenso en reposo, sobre todo en las piernas, cosa que dificulta conciliar el sueño y tener un buen descanso.
Por padecer apnea de sueño Este trastorno provoca que dejes de respirar unos segundos mientras duermes, dando lugar a despertares a lo largo de la noche. Incluso aunque no te percates de esas interrupciones, no completas las fases del sueño y no descansas bien