Todos los niños necesitan rutinas para sentirse seguros y tranquilos sobre todo a la hora de ir a dormir. La regla de oro siempre es mantener los horarios establecidos para los dulces sueños.
- Deja la puerta abierta o una lamparita prendida para que sepa que estás ahí, pero debe acostumbrarse a dormir solo.
- Dale un vasito de leche tibia después de cenar. Los lácteos favorecen el sueño porque contienen un aminoácido necesario para que el cerebro segregue serotonina.
- Evita los productos con cafeína (bebidas y chocolate).
- No le des de cenar alimentos con histamina (un excitante del sistema nervioso): queso, anchoas, atún o espinacas.
- Debe pasar un rato entre la cena y la hora de ir a la cama para que la digestión no dificulte el sueño.
- Es importante que en estos minutos previos haga algo tranquilo que lo relaje, no que lo altere.
- Cuéntale un cuento; que sea una historia linda e inspiradora.
- Aléjalo de todos los aparatos electrónicos que puedan distraerlo (celulares, televisión, Play Station, etc)
¡Con estos simple consejos tu hijo va a dormir profundamente!