“A mis 19 años ya tengo la cabeza llena de recuerdos”, aseguraba hace unos días el atacante francés Kylian Mbappé, quien recientemente cumplió 20 en el Olimpo del fútbol mundial, con un porvenir lleno de promesas.
Pocos jugadores de su juventud pueden presumir de haber conseguido ya tanto. El Mundial de Rusia, en el que su contribución fue decisiva para que Francia alzara el título, aparece como la guinda de un palmarés rico en el que el veinteañero no oculta su ambición por incluir una Liga de Campeones.
https://www.youtube.com/watch?v=730qE-rbceE
Mbappé es el deportista más mediático de Francia durante 2018, por delante del seleccionador, Didier Deschamps, y de su compatriota Antoine Griezmann.
Sus orígenes humildes, nacido y criado en el suburbio parisiense de Bondy y catapultado al estrellato antes de cumplir los 20, constituyen el cuento de hadas que invitan al sueño.
https://www.youtube.com/watch?v=OkW6KcHeuHk
“No quiero que este 2018 sea único. Quiero que sea una etapa más que me conduzcan a otros años únicos”, aseguraba el delantero tras ser designado como mejor sub-21 del año.
Ese mismo día, confesaba su decepción por no haber ganado el Balón de Oro, un galardón en el que fue cuarto, tras la séptima plaza de 2017, dos ingresos en el “top 10” que ningún otro futbolista había conseguido en el pasado a esa edad.
Si en el Mundial ya coleccionó algunos récords de precocidad, que le situaron a la par de un tal Pelé, el jugador sigue sumando otros, sin que su creciente celebridad parezca haber cambiado su carácter humilde.