En los hogares, el microondas se ha convertido en un imprescindible que se usa prácticamente a diario. Pero, ¿se utiliza de forma correcta? ¿Sabemos cómo evitar que su cocinado sea dañino para la salud?
Problemas de los microondas
Un mal uso o mantenimiento del microondas puede afectar a los alimentos de forma negativa y, por tanto, también al consumidor cuando los ingiere después de haberlos calentado o descongelado.
Muchas veces, cuando se calienta la comida en el microondas quedan puntos fríos a los que no llega el calor, por lo que puede ocurrir que algunas bacterias o microorganismos sobrevivan y no sean destruidos para su consumo posterior.
El uso de recipientes de plástico no es recomendable porque puede que partículas de plástico pasen a los alimentos. Por ello, solo se deben utilizar envases que certifiquen que sean aptos para su uso.
Pautas para un buen uso
Para evitar problemas y utilizarlo de manera óptima, hay consejos para su uso de forma adecuada y responsable. Poniéndolos en práctica, el microondas da la misma seguridad que otros electrodomésticos o formas de cocción.
- Colocar los alimentos sin amontonar, que estén repartidos por el recipiente.
- Cubrir la comida con una tapa apta durante la cocción.
- Parar y remover a mitad de cocinado para evitar los puntos fríos.
- Sustituirlo cada 8 o 9 años.
- Usar recipientes de cristal o porcelana en vez de plástico.
- Ajustar y no superar los tiempos de cocinado recomendados.