Fue el 26 de enero de 1984, cuando el recordado Rey del Pop, Michael Jackson sufrió serias quemaduras en su cuero cabelludo y cuello, mientras rodaba un anuncio de una reconocida agua carbonatada, en Los Ángeles, California. A partir de entonces, Jackson tuvo que someterse a un tratamiento capilar.
La gaseosa lo indemnizó con un millón y medio de dólares y el comercial se estrenó finalmente el 27 de febrero.