Si sufres del típico “dejé a mi ex y me arrepiento”, checa por qué te gana la culpa después de cortar y cómo evitarla.
Existen personas que luego de tomar decisiones de manera drástica, se arrepienten del camino escogido; y se puede dar marcha atrás si se trata de una compra, pero no cuando se habla de pareja. ¿Por qué se siente remordimiento tras terminar una relación?, ¿qué hacer si esto ocurre?
Acabar con una relación no es tarea sencilla, hay muchos sentimientos contrapuestos y ni hablar del tiempo juntos, todo lo vivido y compartido. Si una de las partes decide ponerle fin a la relación, es una elección que afecta los dos. Tomar decisiones es parte de la vida y nos hace crecer; “el tema es cuando aparece el sentimiento de culpabilidad, entra en duda esa decisión hasta sentir que se arrepiente de dejar a su pareja”, comenta la psicóloga Laura Giménez.
Sea lo que sea que nos lleve a tomar la decisión de terminar con una relación de pareja, lo importante es –antes de decir lo que sentimos- ponernos un momento en los zapatos del otro. Preguntarnos ¿qué sentirá la otra persona? No para sostener por obligación una relación en la que la pasión y los sueños no son los mismos que al principio; sino para poner fin a un ciclo hermoso sin dañar al otro y, sobre todo, sin que aparezca el sentimiento de culpabilidad y luego el arrepentimiento. “Cuando una relación se termina, ambas partes sufren por igual. O sea, esa idea de que al otro no le importa es un error y, si en algún momento hubo amor verdadero, lo mejor es la sinceridad para no extender más una relación que ya no va por el mismo camino”, dice la profesional.
Lógicamente, quien recibe el golpe más duro es la persona que no esperaba tal decisión y es por eso que “esa decisión tiene que estar bien fundada; primero, para no dañar por demás a alguien y; segundo, para que sea una decisión clara y firme para no arrepentirse luego. La otra persona merece respeto y querer volver luego de decidir algo tan fuerte como romper con una relación, puede acarrear muchas confusiones”.
Esto de sentir empatía por el otro es muy importante, ya que esta decisión puede resultar muy dañino para su autoestima; o sea, “se siente rechazado por quien amó y es algo muy doloroso. Incluso, hay quienes quedan esperando que la otra persona algún día regrese”. Y eso no es sano emocionalmente. Además, puede despertar conductas obsesivas.
Lo más recomendable siempre es mantener el compromiso emocional, considerar cómo se sentirá la otra persona en caso de terminar la relación y hablar con claridad para que no quede duda que la relación no va más porque “quizás el amor se terminó (de una de las partes), pero el respeto sigue estando. Entonces, la decisión se toma con seguridad y responsabilidad para luego no sentirse arrepentido”. Así como uno siente que el amor se acabó; el otro puede sentir lo contrario y va a querer sostener la relación; por lo que “hay que estar seguros de los que se quiere hacer y decir, para no herir al otro innecesariamente y evitar falsas esperanzas. Si el corazón dice “no”, pues que sea firme”.