Joe Forgas, autor principal del estudio, explica tras la investigación que una mamá malhumorada tiende a estar más atenta de todo lo que ocurre a su alrededor; por ende, no pierde detalles de lo que son sus responsabilidades y las de su equipo de trabajo, de escuela o incluso en el hogar.
Esto quiere decir que, incluso, las mamás de mal carácter tienen a desarrollar dotes de liderazgo, pues se enfocan en ser eficaces y eficientes al momento de rendir cuentas o resultados de sus asignaciones.
Así que ya lo sabes, ni muy malhumorada ni del todo sonriente a cada momento. Es fundamental encontrar un punto intermedio que garantice una mejor calidad de vida, que a fin de cuentas se traduce en el bienestar de nuestro cuerpo y alma.