La cantante usaba las cuentas de su representante, su equipo de seguridad o sus niñeras para someterse a operaciones bajo pseudónimo o comprar en tiendas de lujo.
De compras de lujo en las que se dejaba miles y miles de euros hasta caras operaciones de cirugía estética. Los gastos que Mariah Carey no quería que salieran a la luz, por uno u otro motivo, los pagaba a través de las tarjetas de crédito de sus empleados.
Así lo cuenta ahora en exclusiva el diario británico The Daily Mail, que ha obtenido esta información de “fuentes familiarizadas con la cantante”. Una de esas fuentes afirma que “Mariah nunca quiere que la gente sepa acerca de sus compras, así que las cargaba a las tarjetas de Lianna o de Stella”, en referencia a su antigua asistente, Lianna Shakhnazaryan, y quien fue su representante, Stella Bulochnikov. Obviamente, la propia Carey tiene sus tarjetas de crédito, “pero su equipo de gestión de negocio sólo le permite llevar una a causa de sus gastos, porque siempre gasta mucho, tanto que llegaría rápidamente al máximo”,