Pero, además de estos efectos tan especiales y a hasta agradables, estos circuitos neurales controlan la forma en que percibimos el estrés o la ansiedad, especialmente en situaciones sociales como entrevistas. Y de hecho la oxitocina y el alcohol pueden hacer que estas situaciones parezcan menos desagradables; eso asegura Ian Mitchell, líder del estudio.
Sin embargo, según el estudio, tanto la oxitocina como el alcohol en exceso, provocan más agresividad, más envidia, nos desinhibe, puede limitar nuestra sensación de miedo que normalmente nos alerta acerca de los riesgos, por lo que nuestra confianza aumenta pese a que en circunstancias normales lo veríamos como un gran riesgo.
Como quien dice que la oxitocina tiene su lado positivo y negativo, pero generalmente nos hace sentir cosas muy agradables. ¿No es cierto?
Fuente: https://goo.gl/8CXmxZ