“Siria rechaza categóricamente el contenido del informe conjunto de la ONU y de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas […]. Este informe y el que lo precedió falsificaron la verdad y deformaron las informaciones exactas sobre lo que ocurrió en Jan Sheijun”, indicó en un comunicado el ministerio sirio de Relaciones Exteriores.
El comunicado, citado por los medios oficiales, denunció el “método de investigación, basado en los comentarios de los criminales que cometieron este acto inmoral en Jan Sheijun y en testimonios dudosos”.
Según el ministerio, el informe fue escrito conforme a “instrucciones de la administración estadounidense y de países occidentales para ejercer más presión política” sobre Damasco.
El régimen sirio siempre ha negado haber llevado a cabo el ataque con gas sarín que dejó 87 muertos, incluyendo más de 30 niños, el 4 de abril en Jan Sheijun, una pequeña ciudad de la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria.
El presidente sirio, Bashar Al Asad, llegó a culpar a los países occidentales de haber “montado toda la historia” para preparar el terreno para los bombardeos estadounidenses, perpetrados días después contra una base del régimen.
El jueves, la ONU acusó al régimen de Damasco de ser el responsable del ataque con gas sarín en un informe denunciado por Moscú, aliado del presidente sirio.
El ataque de Jan Sheijun llevó a Washington a lanzar una ofensiva sin precedente contra la base aérea desde la que, según las potencias occidentales, se efectuó el ataque.