Las selecciones de Croacia y Suiza dieron sendos pasos de gigante este jueves para certificar su presencia en el Mundial de Rusia, al derrotar 4-1 y 1-0 respectivamente a las modestas Grecia e Irlanda del Norte, que deberán remontar en la vuelta el domingo.
La selección de Croacia acreditó su condición de favorita ante Grecia (4-1) poniendo un pie en el próximo Mundial de Rusia-2018, lo que deberá ratificar el domingo en la vuelta en territorio heleno.
El centrocampista del Real Madrid y estrella de la ‘Cuadriculada’ Luka Modric convirtió un penal engañando al arquero griego Orestis Karnezis(13) para adelantar a los suyos. Nikola Kalinic, de un remate de espuela desde el interior del área pequeña (19) puso la eliminatoria cuesta abajo para los hombres de Zlatko Dalic, sustituto del destituido Ante Cacic.
La reacción griega llegó en el minuto 30 con un gol de cabeza de Sokratis a la salida de un córner, pero las esperanzas helenas duraron hasta que tres minutos después el volante del Inter Ivan Perisic firmó de cabeza el 3-1.
Ya en la segunda mitad, Andrej Kramaric asestó el gol que puede suponer la puntilla para el conjunto griego al aprovechar un desajuste defensivo de los visitantes (49).
Croacia hizo mucho daño por ambas bandas a una zaga griega menos compacta de lo acostumbrado, si bien los helenos no pudieron contar con Vasilis Torosidis (lesionado) y Kostas Manolas (suspendido).
Después de haber dilapidado en las últimas fechas la ventaja en el liderato de su llave, Croacia está más cerca de cumplir el expediente y certificar su presencia en el Mundial de Rusia.
“Fue un gran partido… pero no es más que el primer tiempo, no hay que parar, no se ha conseguido nada”, suavizó los ánimos el técnico croata. “Tenemos grandes jugadores que no necesitan mucho… un poco de apoyo y confianza”, añadió.
Grecia, por su parte, presente en los dos últimos Mundiales, a los que se clasificó precisamente pasando por el repechaje, deberá apelar al calor de su afición en El Pireo y mejorar mucho sus prestaciones defensivas para obrar el milagro en casa.