La asociación llevaba 12 años efectuando espectaculares operaciones en alta mar con el objetivo de impedir que los navíos japoneses cazaran ballenas. Afirmó haber salvado miles de cetáceos, al tiempo que revelaba ante el mundo las actividades ilegales de los balleneros.
Japón firmó la moratoria sobre la caza de la Comisión Ballenera internacional pero utiliza un vacío en el texto que autoriza la caza de cetáceos con fines científicos.
La Corte Internacional de Justicia ordenó en 2014 a Japón que pusiera fin a sus campañas regulares de caza en aguas del Antártico, subrayando que estas se correspondían con los criterios científicos requeridos.
Japón anuló la campaña 2014-2015 pero al año siguiente retomó la caza, presentando otro programa fundamentado, según Tokio, en verdaderos motivos científicos.
Tokio asegura que quiere demostrar que la población de ballenas es lo suficientemente importante como para soportar las campañas comerciales de caza con fines alimentarios.
Le advertimos que el video contiene imágenes fuertes que pueden herir susceptibilidades.
Here is the full footage that the Australian Gov’t filmed with taxpayer’s money of the Japanese whaling fleet illegally whaling in Antarctica: https://t.co/Uh1wQIJQbA #333
— Sea Shepherd Aust. (@SeaShepherd_Aus) 28 de noviembre de 2017
AFP y Sea Shepherd Aust.