El único acusado aún vivo del asesinato hace 30 años del misionero y jesuita español Vicente Cañas, muerto violentamente por su firme defensa de una reserva indígena en la Amazonía, fue condenado hoy a 14 años y 3 meses de prisión.
El comisario de Policía Civil jubilado Ronaldo Antonio Osmar, el único de los seis acusados que aún vive tres décadas después del crimen y que había sido absuelto por falta de pruebas en un juicio realizado en 2006, fue declarado culpable por el nuevo jurado convocado por la Justicia Federal del estado amazónico de Mato Grosso.
La sentencia fue conmemorada por los cuatro sobrinos del misionero que acudieron a la ciudad de Cuiabá a acompañar el juicio, así como por los integrantes del Consejo Indigenista Misionero (Cimi), entidad vinculada al Episcopado de la iglesia católica en Brasil y del que Cañas fue uno de los fundadores.
Fuente: EFE