Es tan estrecha la relación entre el cerebro y el estómago, que incluso, cuando se experimenta el amor las “mariposas” se sienten en el abdomen. Sin embargo, no todo es bueno. Hay ocasiones en las que se come para ocultar sentimientos que no son gratos ocasionando, a largo plazo, un problema.
Por ello te presentamos las siguientes señales que te pueden indicar que comes para esconder tus emociones, con información de Patricia Sangenis, miembro titular de la Sociedad argentina de cardiología:
1. El hambre emocional comienza repentinamente. Todo lo contrario a la física que ocurre gradualmente.
2. Cuando estás comiendo para mitigar un sentimiento no importa si tu estómago está lleno o vacío, sólo necesitas comer. En este caso tiendes a elegir una comida específica, ya que no te satisface cualquier alimento; una situación contraria sucede cuando es por hambre.
3. Requiere de una satisfacción inmediata. En específico sobre un alimento poco saludable.
4. No importa si estás lleno. Sientes la necesidad de seguir ingiriendo, sin importar que esto te cause malestar (dolor o inflamación).
5.Surgen nuevas emociones. Después del exceso de comida se produce una sensación de culpa.