Puerto Rico se encuentra, cuando se cumplen cuatro meses del paso del huracán María, con cerca del 40 % de su población sin electricidad y a la espera de recibir las ayudas aprobadas por el Congreso de EE.UU. para la reconstrucción.
La isla recibió el pasado 20 de septiembre el castigo de un huracán, María, que significó un antes y un después para esta territorio caribeño de cerca de 3,5 millones de habitantes, que hoy espera con desesperación la ayuda financiera aprobada en Washington para echar a andar un país con una situación financiera crítica.
El panorama no invita al optimismo, ya que la estatal Autoridad para la Energía Eléctrica (AEE) solo ha podido devolver un servicio tan básico como es el de la electricidad al 63,5 % de sus abonados, según datos oficiales divulgados hoy, un porcentaje que muchos critican es inadmisible en un territorio que es un Estado Libre Asociado a Estados Unidos, el país más poderoso del mundo.
Aunque la capital, San Juan, presenta un aspecto de cierta normalidad en los municipios más remotos y del interior la situación es muy diferente, sin electricidad cuatro meses después del histórico huracán y, lo peor, sin una fecha segura de cuando llegará el servicio.
El agua es un bien que tampoco disfrutan todos, ya que cerca del 10 % de la población espera todavía abrir los grifos para sus tareas más cotidianas.
Muchas personas abandonaron la isla de forma inmediata y dejaron todo atrás, incluidos automóviles y casas que pagaban, lo que hace incierto qué pasará cuando regresen.
Fuente: EFE