¡No estamos listos para madurar aun!
Muchos de nosotros odiamos nuestros años como adolescentes; fue una época vergonzosa, llena de cambios inexplicables y un sin fin de experiencias que tal vez muchos quisiéramos olvidar. Pues esperen a oír esto, varones, porque si tienen menos de 24 años, aún son unos adolescentes.
Por definición, esta etapa sucede entre la niñez y la edad adulta, por lo que comenzaría cerca de los 10 u 11 años y termina a los 19. Pues olviden todo lo que saben de biología básica, ya que muchos científicos concuerdan con que la edad adulta comienza a los 24 años.
Esto se debe, en gran parte, a que las nuevas generaciones están madurando con más edad; extienden sus estudios por más tiempo, se casan más grandes y tienen hijos a una edad mayor.
El diario Lancet Child & Asolescent Health reunió la opinión y estudios de diversos científicos que buscan “cambiar la definición para asegurar que las leyes sigan siendo apropiadas”, pero otro experto advierte que al hacerlo aumenta el riesgo de “seguir infantilizando a los jóvenes”.
Según la BBC News, la Dr. Jan Macvarish, un sociólogo de crianza de la Universidad de Kent, dijo que existe un “peligro en la extensión de nuestro concepto de la adolescencia”.
“Los niños mayores y los jóvenes están formados de manera más significativa por las expectativas sociales que tenemos de ellos que por su crecimiento biológico intrínseco.
No hay nada inevitablemente infantil acerca de pasar sus primeros 20 años educándose o experimentando en el mundo del laboral”.
El profesor Russell Viner, presidente electo del Royal College of Pediatrics and Child Health, no está de acuerdo con las críticas de la Dr. Macvarish sobre la ampliación de la adolescencia y dice que se puede ver como ’empoderar a los jóvenes al reconocer sus diferencias’.
“Siempre que lo hagamos desde la posición de reconocer las fortalezas de los jóvenes y el potencial de su desarrollo, en lugar de centrarnos en los problemas del período de la adolescencia”.
Y esto tendría un poco de sentido, tomando en cuenta que en muchas partes del mundo la edad promedio para dejar la casa de los padres es al rededor de 25 años, y la edad promedio de un hombre para contraer matrimonio es a los 32 años y las mujeres 30, aproximadamente.
La autora principal, la profesora Susan Sawyer, directora del centro de salud adolescente del Royal Children’s Hospital en Melbourne, escribió:
“Aunque muchos privilegios legales para adultos comienzan a los 18 años, la adopción de roles y responsabilidades de adultos generalmente ocurre más tarde.
Las edades de 10 a 24 años se ajustan mejor al desarrollo de los adolescentes en la actualidad”.
Y aunque nos cueste aceptarlo, damas y caballeros, los tiempos y la sociedad definitivamente han cambiado, y debemos aceptar que muchos tocamos la utopía de Peter Pan al no querer madurar según la conveniencia social, por lo que probablemente sea justo mover el hito y aceptar que los 24 son los nuevos 19.