Una pareja del sur de Australia hizo un descubrimiento inesperado y desagradable el fin de semana pasado, después de notar que la manguera de su jardín no salía del carrete.
Rápidamente encontraron el problema: una serpiente marrón del este mortal había decidido que su manguera era el lugar perfecto para una siesta y que no planeaba moverse.
La pareja contó con la ayuda de un cazador de serpientes, quien logró sacarla y ponerla en un lugar seguro.