Durante meses, Georgia McLennan sufrió un dolor severo en su cuerpo, pero los médicos descartaron sus dolores y afirmaban que estos los tenía en “la cabeza”.
La enfermera de 24 años originaria de Australia, pasó más de tres meses visitando médicos y especialistas asegurando que tenía dolores, antes de que un examen revelara que tenía cáncer.
“Tenía tanto dolor que iba una vez o dos veces por semana al médico … Fue en este momento cuando me preguntó si tal vez todo estaba en mi cabeza”, explicó.
Su enfermedad era tan grave que los médicos pensaron que iba a morir en cuestión de días.
“Descubrí más tarde que pensaron que iba a morir ese fin de semana”, dijo Georgia.
Los médicos pasaron meses tratando de descifrar qué causaba el dolor de Georgia, que comenzó como dolores en el pecho.
“El hematólogo inicialmente no sintió que era linfoma, ya que no tenía todos los síntomas habituales, como la pérdida extrema de peso, erupciones cutáneas, fiebres y sudores nocturnos empapados”, dijo, y agregó que estaba tan hinchada que parecía embarazada.
Soportó tres meses de quimioterapia e inyecciones espinales una vez a la semana para tratar su cáncer.
Georgia ha compartido su historia para crear conciencia sobre los signos de la enfermedad con la esperanza de salvar la vida de otra persona.