Salir a correr, ir al gimnasio o encontrar otra forma de mover el cuerpo es uno de los escudos más poderosos contra la depresión.
Esa verdad universal es confirmada por un nuevo estudio de gran alcance, publicado en el American Journal of Psychiatry, que encuentra que el ejercicio reduce el riesgo de depresión independientemente de su edad o de dónde viva en el mundo.
Un equipo internacional de investigadores analizó los datos de 49 estudios que cubren a más de un cuarto de millón de personas para determinar que aquellos con niveles más altos de actividad física tienen menores probabilidades de desarrollar depresión.
Los beneficios del ejercicio se mantuvieron incluso después de tener en cuenta el índice de masa corporal (peso), el historial de tabaquismo y otras afecciones físicas.
“La evidencia es clara”, dijo el autor principal del estudio, el profesor Dr. Felipe Barreto Schuch, de la Universidad de Brasil La Salle, en un comunicado.
La depresión se considera la principal causa de discapacidad a nivel mundial.
Un estudio de 2017 dirigido por el Black Dog Institute (cuyos investigadores contribuyeron a la nueva investigación) descubrió que tan solo una hora de ejercicio cada semana reduce el riesgo de depresión, y que más de uno de cada 10 casos de depresión podría prevenirse mediante la actividad física.