¿De qué manera?
Comer un huevo al día reduce el riesgo de un derrame cerebral y una enfermedad cardíaca.
Según una investigación realizada en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Pekín y la Universidad de Oxford, comer cinco huevos a la semana significa que tiene un 12% menos de probabilidades de padecer una enfermedad cardíaca.
“Comer uno al día redujo el riesgo de un accidente cerebrovascular en más de una cuarta parte en comparación con aquellos que rara vez los consumieron”, comentaron los científicos.
Para llegar a esta conclusión, los científicos analizaron los hábitos alimenticios de más de 400 mil personas sanas en China, de 30 a 79 años. Al comienzo del estudio, el 13.1 por ciento de los participantes informaron comer un huevo todos los días, mientras que el 9.1 por ciento dijeron que raramente o nunca lo hicieron.
Cuando se les hizo seguimiento alrededor de nueve años más tarde, los investigadores encontraron que había habido 83,977 casos de enfermedad cardiovascular y 9,985 muertes, así como 5,103 eventos coronarios importantes, como ataques cardíacos.
Aquellos que comieron un huevo al día se asociaron con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular en general.
Pero también tenían un 26 por ciento menos de riesgo de accidente cerebrovascular, un 28 por ciento menos de riesgo de muerte por accidente cerebrovascular y un 18 por ciento menos de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.
Si bien el estudio fue puramente observacional, sugiere que los huevos son una parte beneficiosa de una dieta balanceada. El profesor Liming Li, de la Universidad de Pekín, dijo: “El estudio encuentra que existe una asociación entre el nivel moderado de consumo de huevo y una menor tasa de eventos cardíacos. Nuestros hallazgos aportan evidencia científica a las pautas dietéticas con respecto al consumo de huevo para el adulto chino sano”.
Los huevos son ricos en proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales, así como bajos en grasas saturadas.
Si bien su alto contenido de colesterol ha dado previamente un mal nombre a los huevos, un creciente cuerpo de evidencia sugiere que la grasa saturada es el principal culpable de elevar el colesterol.