El estelar Luis Miguel y su controvertido padre, Luisito Rey, protagonistas de la exitosa serie de televisión que narra la vida del cantante, fueron “convertidos” en piñatas en Ciudad Juárez, en el norteño estado mexicano de Chihuahua.
La emisión el próximo domingo del último capítulo de la serie, que es transmitida por la plataforma Netflix y Telemundo y marca el final de la temporada, fue el pretexto ideal para que la empresa Piñata Feliz le dedicara una figura a cada uno.
“Soy muy fan (seguidora) de la serie y dije: bueno hay que darle la oportunidad a la gente de que desquite su coraje con Rey”, explicó a Efe Adilene Sánchez, quien se dedica al artesanal trabajo de la piñatería.
Sánchez, al igual que muchos seguidores de Luis Miguel, está convencida de que el padre de la estrella fue un hombre duro, que prácticamente “explotó” al cantante cuando comenzó su carrera, en su niñez y juventud.
Con cada capítulo, emitido semanalmente, uno de los temas principales de conversación ha sido la polémica figura del patriarca.
En Twitter, Rey, de origen español, se ha ganado el rechazo de los fanáticos, quienes crearon la etiqueta “Luisito Rey te odio”, una frase que se ha llegado a colocar en camisetas.
“Nosotros aprovechamos los temas de moda para hacer piñatas”, contó Sánchez, quien coordina un equipo de trabajo de cinco personas.
De este equipo, dos personas fabrican el “esqueleto”, es decir, el muñeco, piernas y manos de las piñatas. Otras dos son las que las “visten” con papel la figura, y ella se dedica a dar el último toque con los detalles y características del personaje.
Sánchez y su equipo fabrican las piñatas de la manera tradicional en que se elaboran en México.
Con papel de periódicos y papel china, que es muy delgado, también con cartón y engrudo, que es un pegamento a base de agua y harina muy útil para los fabricantes por su costo y facilidad de preparación.
La fabricación de una piñata de Luis Miguel -facciones y detalles- le lleva en promedio dos horas a Adilene, quien al cantante puertorriqueño y nacionalizado mexicano le puso traje negro, lentes oscuros, le aplicó un “bronceado” y le marcó su extensa y característica sonrisa.
El cantante vive un empuje de popularidad gracias a la pequeña pantalla, que se suma a la publicación de un nuevo disco después de años sin hacerlo, zanjando por completo una etapa de polémicas y problemas legales.
“En las facciones es donde nos tardamos más porque es como la gente identifica a los personajes”, agregó la experta en piñatas.
Además de Luis Miguel y su papá, la empresa aprovechó la campaña electoral mexicana para diseñar piñatas de los cuatro candidatos a la Presidencia de México.
Entre ellos el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien ganó los comicios del 1 de julio y será el futuro mandatario de México.
Además de las piñatas del derechista Ricardo Anaya, el oficialista José Antonio Meade y el independiente Jaime Rodríguez.
Otro tema que estuvo en boga y que retomaron fue la Copa del Mundo Rusia 2018 con la fabricación de la mascota Zabivaka -que significa pequeño goleador en ruso- y replicaron las imágenes de los seleccionados mexicanos Guillermo Ochoa, Héctor Miguel Herrera e Hirving Lozano.
Las piñatas, que miden 1,40 metros y tiene un costo de 500 pesos, unos 25 dólares, estarán este fin de semana de visita en la Ciudad de México en la Casa Chihuahua, en la céntrica colonia (barrio) Roma, como parte de un encuentro cultural.
La fabricación de piñatas en México es parte un proceso artesanal y de origen popular que tiene su mayor auge en el mes de diciembre cuando son el objeto principal en las posadas, aunque el resto del año se integra como regalo a las fiestas infantiles.