Los Medias Rojas de Boston y los Dodgers de Los Ángeles rara vez se han cruzado en octubre. Sólo habían sido rivales en una Serie Mundial, y eso fue hace más de un siglo.
De hecho, Clayton Kershaw ni siquiera ha lanzado en Fenway.
Algo para tomar en cuenta. De cara al primer juego la noche del martes, los Dodgers han vencido a los Medias Rojas en Boston solo una vez. Ello ocurrió el 12 de junio de 2004.
¿Puede adivinar quien anotó y remolcó una carrera para los Dodgers en esa paliza por 14-5?
Ni más ni menos que Alex Cora, actual manager de los Medias Rojas. Uno de sus compañeros en esa tarde fue Dave Roberts, quien dirigirá a Los Ángeles en su segundo Clásico de Otoño consecutivo.
“Fantástico para el béisbol”, dijo Roberts. “Dos franquicias históricas frente a frente. Será una tremenda serie”:
Roberts deberá recibir aplausos cuando los equipos sean presentados. Sigue siendo querido en Boston por la memorable base robada que consiguió como corredor emergente y que prendió la chispa para remontar el déficit 3-0 ante Mariano Rivera y los Yanquis en la Serie de Campeonato de la Liga Americana en 2004.
Dos meses y medio antes en esa campaña, Roberts llegó a los Medias Rojas en un canje con Los Ángeles.
Cora recordó el domingo que Roberts reaccionó con tristeza por el cambio. Tras la base robada, Cora le envió a Roberts un mensaje.
“Ahora podrás ser héroe”, le escribió.
Los Medias Rojas pusieron fin a una sequía de 86 sin conquistar el título al barrer a San Luis en la Serie Mundial, con el tridente dominicano de Big Papi, Pedro y Manny. Boston intentará conquistar su cuarto campeonato en 15 temporadas.
“Me encanta la idea de volver a Fenway. En lo personal, guardo lindos recuerdos de los Medias Rojas y Fenway me encanta”, dijo Roberts. “Lucir otro uniforme en busca de un campeonato de la Serie Mundial será algo especial para mí”.
Liderados por Mookie Betts, candidato al Jugador Más Valioso de la temporada, y por el toletero J.D. Martínez, los Medias Rojas fijaron un récord de la franquicia con 108 victorias en la campaña, alto dividendo para el equipo con la nómina más acaudalada de las mayores. Boston se deshizo de Nueva York en la serie divisional de la Americana y luego despachó a los Astros, campeones defensores de la Serie Mundial, para conquistar el título de la liga.
Chris Sale será el abridor de Boston en el primer partido. Acaba de pasar una noche en el hospital por una enfermedad estomacal.
Los Ángeles intenta atrapar su primer campeonato desde que Kirk Gibson, Orel Hershiser y Tommy Lasorda lo consiguieron en 1988.
Un año después de perder en el séptimo duelo ante Houston en el Dodger Stadium, el conjunto con la tercera nómina más cara venció a Colorado en el desempate por el título de la División Oeste, superó a Atlanta en la primera ronda y luego derrotó a Milwaukee en el séptimo juego de la Serie de Campeonato.
“No importa cómo se pudo llegar. Repetir lo del año pasado resulta increíble”, dijo Kershaw, cuyos Dodgers llegaron a estar 10 juegos por debajo de .500 en mayo y en el tercer puesto de la división en septiembre. “No queremos volver a perder, así que estaremos listos”.
En un equipo repleto de talento, el nuevo rostro de los Dodgers en esta Serie Mundial es el del estelar torpedero Manny Machado, adquirido mediante un canje en un julio con Baltimore. Los fanáticos de Boston lo conocen bien: un deslizamiento a destiempo el año pasado lesionó la rodilla de Dustin Pedroia, el segunda base y líder de los Medias Rojas, y fue foco de tensión en Fenway cuando Sale le tiró al cuerpo de Machado.
La consigna de vencer a un equipo de Los Ángeles volverá a resonar en la ciudad. Es una que se ha escuchado durante muchos años en Boston, pero en otro deporte, coreada por los fanáticos de los Celtics durante la rivalidad Larry Bird-Magic Johnson. Apropiadamente, el ex astro de los Lakers es uno de los dueños de los Dodgers.
El básquetbol ha sido el deporte que ha marcado la rivalidad entre las dos ciudades, desde la época de Bill Russell, Elgin Baylor, Bob Cousy y Jerry West.
En el diamante, sin embargo, es poco lo que comparten estas franquicias.
La primera vez que se toparon fue en la Serie Mundial de 1916, cuando los Dodgers ni siquiera jugaban en Los Ángeles. Ruth lanzó 14 innings, en cosa de 2 horas y 32 minutos, y Boston venció 2-1 a Brooklyn en el segundo juego. Aunque Fenway había sido inaugurado cuatro años antes, el partido se escenificó en el Braves Field, sede de la franquicia de la ciudad en la Nacional por tener mayor capacidad.
Los Medias Rojas se proclamaron campeones en cinco juegos. Entonces, los Dodgers no eran tampoco realmente los Dodgers. Tenían diversos apodos, el más frecuente los Robins por el nombre de su piloto Wilbert “Robbie” Robinson. Y Ruth eventualmente fue coach del equipo.
Con el paso de los años, los equipos tomaron distintos caminos.
Los Dodgers, con mucho orgullo, rompieron la barrera racial cuando Jackie Robinson debutó en 1947. Los Medias Rojas fueron el último club de las mayores en incorporar a un jugador de raza negra, en 1959 con Pumpsie Green.
Décadas después, los equipos hicieron historia. Reunieron a 115.300 espectadores, la mayor cantidad en un juego de béisbol, para una exhibición en el Coliseo en 2008 a fin de conmemorar el 50mo aniversario de la mudanza de los Dodgers de Brooklyn a Los Ángeles.
En total, los Medias Rojas dominan 8-7 ante los Dodgers desde los juegos interligas en 1997. Boston no ha recibido a Los Ángeles desde 2010 y no se han medido desde 2016.
Tampoco son muchos los jugadores que han coincidido en ambos clubes.
Como un ágil jardinero, Buckner apenas comenzaba su carrera cuando formó parte de los Dodgers al alcanzar la Serie Mundial de 1974. Mermado físicamente, era el primera base que dejó que un rodado de Mookie Wilson se le colara entre las piernas cuando Boston no pudo sentenciar la Serie Mundial de 1986 ante los Mets de Nueva York.
Pedro Martínez inició su carrera como relevista de Los Ángeles antes de afianzarse como un abridor dominante para Boston. Manny fue un excéntrico toletero que brilló primero con los Medias Rojas ante de ser transferido a la Costa Oeste.
Nomar Garcíaparra, Adrián Beltré y Rickey Henderson son otras figuras destacadas que han jugado en ambos equipos. Otro que lo hizo es el abridor de los Dodgers Rich Hill _ en 2015, el oriundo de la región de Boston lanzaba en una liga independiente cuando resucitó su carrera con los Medias Rojas.
También está el canje de hace seis años en el que Adrián González, Josh Beckett y Carl Crawford pasaron de Boston a Los Ángeles para purgar salario en la nómina.
Se esperan temperaturas contrastantes en ambas costas para el primer duelo el martes.
El termómetro debe caer a los 6 grados centígrados (43 F) en Fenway, el estadio más vetusto de las mayores.
El calor se sentirá en el sur de California, aunque sin alcanzar el récord de 40 C (103 F) para el partido inaugural de la edición de 2017 en el Dodger Stadium, que con 56 años es el tercero más viejo.
Donde sea, esta Serie Mundiial promete ser caliente.