Han pasado treinta minutos de entrevista y es momento de despedirse. El tiempo no fue suficiente para resumir 19 años de trayectoria en el tenis de mesa, pero me permitió conocer los inicios de Mabelyn Adriana Enríquez Carías, sus sacrificios, metas alcanzadas y las que aún están por venir, entre otros temas que incluyen el futbol.
El 16 de mayo pasado la originaria de Guastatoya, El Progreso cumplió veinticuatro años, y pese a esa juventud, emana madurez y experiencia. Mientras tomo las fotografías para ilustrar esta entrevista, el tatuaje que luce en su brazo derecho no pasa desapercibido y es necesario preguntar que representa para ella.
“La raqueta, los signos de vida y el futbol, reflejan los dos deportes que puedo jugar bien”, cuenta Mabelyn, mientras sonríe y muestra su brazo derecho, ese mismo con el que sujeta la raqueta que le ha dado glorias y aprendizaje, y la cual conoció con cinco años de edad, cuando el tenis de mesa llegó a su vida para encantarla. “Me enfoque en esta disciplina porque da la oportunidad de sobresalir tanto en equipo como en individual. Mis resultados son mi responsabilidad, ya sea para bien o para mal y eso me gusta, porque en deportes de conjunto a veces no se da”, expresa.
“Crecí en una guardería, ahí llegaron los entrenadores que estaban en iniciaciones de tenis de mesa, hice fila para practicar el ping pong y me gusto; mi entrenador actual Mario Juárez vio mis cualidades y futuro, así comencé a ir a la casa del deportista. Después jugué en la categoría blanca, desde ahí participo en selecciones pre infantil, infantil, juvenil y en selección mayor desde el 2009” declara la tenismesista, cuya primera competencia mayor fueron los VIII Juegos Centroamericanos del 2006 con sede en Honduras.
Pero… ¿Por que un balón de fútbol? “Me acabo de hacer este tatuaje, me gusta mucho, creo que si no hubiese seguido tenis de mesa, seguiría el futbol. No me gusta verlo, pero sí jugarlo, aunque no creo que habría sobresalido tanto. Cuando tengo tiempo libre, me voy a jugar con mis amigas. A veces estoy en algunos campeonatos, pero siempre cuidándome, porque tengo mi prioridad”, explica, sobre los deportes que corren por sus venas. Seguidora del Barcelona y aunque no tanto del equipo Guastatoya, le enorgullece saber que su departamento sobresale y que recibe el apoyo de la población.
RUMBO A SUS TERCEROS JUEGOS PANAMERICANOS
Clasificar a sus primeros Juegos Panamericanos en Guadalajara 2011, despertó emociones inexplicables para Mabelyn al ser un logro importante en el máximo nivel, esa constancia la llevó después a las justas en Toronto 2015 y ahora a Lima 2019. “Muy contenta con los resultados, que he venido haciendo durante mi carrera hasta ahora, por representar a mi departamento, a mi familia, y el trabajo de mi entrenador”, comparte.
La clasificación del equipo femenino a los Juegos que se realizarán del 26 de julio al 11 de agosto en Perú, tras ganar el pasado Centroamericano mayor en nuestro país, serán una responsabilidad que desde ya, Mabelyn contempla entre sus metas. “Se trabajará duro para tener un buen campamento, el fogueo es primordial para hacer un buen papel”. Además tiene contemplado para este año, participar en el Campeonato Panamericano de la ITTF en Paraguay y buscar clasificación al mundial de tenis de mesa.
SACRIFICIOS
A mitad de la charla, quise saber sobre la formación profesional de Mabelyn; no obstante, es un tema que ha quedado en pausa, para dedicar tiempo completo a esto que le apasiona. “Este deporte me ha permitido conocer mis debilidades y fortalezas. He recalcado los valores en mi vida para crecer como persona y deportista. Además me ha dado la oportunidad de conocer la cultura de otros países; pero también, he sacrificado el tiempo con mi familia y dejar los estudios en la universidad”.
Graduada como maestra de educación física, la atleta espera continuar con sus estudios en psicología clínica y consejería social, para luego ponerla en práctica “Es lo que aspiro, el deporte me ha gustado mucho y quiero seguir en esa misma línea”, indica la actual número 174 del escalafón mundial de la ITTF.
SU INSPIRACIÓN
Marta Enríquez, trabajaba de cinco de la mañana a tres de la tarde como maestra. No podía cuidar a Mabelyn, por lo que debía dejarla en una guardería donde permanecía casi todo el día. Esa abnegación se convirtió en fuente de inspiración y ejemplo para ella. “Mi mamá jugó tenis de mesa además de practicar baloncesto, pero no tuvo la oportunidad de desarrollarse como yo. Me inspira, por lo que es y lo que ha hecho; me pudo sacar adelante sola, siguió trabajando, haciendo deporte, es una mamá que me aconseja en lo deportivo y siempre esta conmigo, me ha dado un buen ejemplo” enfatiza.
FUTURA ENTRENADORA
Guastatoya no solo alberga el alto rendimiento del tenis de mesa en nuestro país, también es semillero de futuros tenismesistas. Eso, aunado al palmarés de Mabelyn, despertó mi curiosidad, por lo que antes de cerrar esta entrevista tuve que preguntar ¿Te ves como entrenadora a futuro? Su respuesta me dejó claro que ser ejemplo para los más pequeños, está dentro de sus planes.
“Al final uno se encariña con lo que ha hecho toda una vida. En el tenis de mesa, existen mujeres entrenadoras a nivel medio e iniciación, pero no las hay a nivel mayor, con una selección a cargo. Me encantaría ser entrenadora, luego que considere que mi carrera deportiva llegó a su límite y poder dirigir de esa manera”, revela con entusiasmo, pues “Uno puede compartir las experiencias y las oportunidades que ha vivido para motivarlos a que sigan trabajando”.
Así concluye una amena conversación con Mabelyn, quien pelota y raqueta en mano, manifiesta su pasión por Guatemala, esa que le ha permitido forjar una trayectoria, que espera se convierta en un importante legado para la historia del tenis de mesa en Guatemala; y que luego sirva de inspiración a las futuras generaciones. (CDAG).
