Los presidentes de México y El Salvador se reúnen hoy en Chiapas para discutir la puesta en marcha Plan de Desarrollo para Centroamérica, que es un ensayo para el resto del mundo, pero en cuya cita no estarán presentes los mandatarios de Guatemala y Honduras, que forman parte del Triángulo Norte.
El Gobierno de Guatemala, mientras tanto, se empeña por negociar con Estados Unidos un acuerdo de “país seguro” para conseguir el apoyo norteamericano que presiona al país por asuntos migratorios.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó de “importantísima” su reunión con su homólogo de El Salvador, Nayib Bukele, porque “es una manera distinta de abordar el fenómeno migratorio”.
Abordan el tema migratorio
López Obrador se reúne con Bukele en Tapachula, Chiapas, para abordar el fenómeno migratorio y poner en marcha el Plan de Desarrollo para Centroamérica, que busca frenar el éxodo con inversión económica.
A las 14.00 horas, los presidentes encabezarán la presentación del programa “Sembrando vida. Plan de Desarrollo para la Migración”, a representantes de 14 agencias de las Naciones Unidas.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard sostuvo este miércoles un encuentro con el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en la sede de la ONU en Nueva York, para comunicarle de la implementación del Plan de Desarrollo Integral con Centroamérica, y de paso aprovechó para solicitarle el nombramiento de un enviado especial para el Istmo para implentarlo.
Un Plan para paliar la crisis migratoria
Este Plan está elaborado por los Gobiernos de El Salvador, Guatemala, Honduras y México, con la participación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU (Cepal), que ayer presentó en el país una nueva forma de invertir las remesas de migrantes en proyectos de desarrollo productivo.
Desde mediados de octubre de 2018 se registró un aumento inusitado en el número de migrantes, principalmente centroamericanos, que ingresan rutinariamente a México con el objetivo de llegar a Estados Unidos, lo que desató una crisis entre los dos países.
Ante el aumento del número de migrantes irregulares y de solicitantes de asilo que llegan a Estados Unidos, el presidente de ese país, Donald Trump, amenazó el 30 de mayo pasado con imponer aranceles a todos los productos mexicanos.
Tras unas arduas negociaciones en Washington, el 7 de junio se anunció un acuerdo que prevé el envío de 6 mil efectivos de la Guardia Nacional de México a la frontera con Guatemala, entre otras medidas para contener la migración. A cambio, Estados Unidos retiró la amenaza de las tarifas.
Con información de agencia EFE