Procrastinar, postergar o aplazar es un desafío que todos hemos enfrentado en un momento u otro. Durante el tiempo que los humanos han existido, hemos estado luchando para retrasar, evitar y postergar los problemas que nos importan.
Durante nuestros momentos más productivos, cuando descubrimos temporalmente cómo dejar de postergar, nos sentimos satisfechos y realizados. Hoy, vamos a hablar sobre cómo hacer que esos raros momentos de productividad sean más rutinarios. El propósito de esta guía es desglosar la ciencia detrás de por qué postergamos, les compartiré marcos probados que puede usar para vencer la postergación y cubriremos estrategias útiles que facilitarán la acción.
Los seres humanos han estado postergando durante siglos. El problema es tan intemporal, de hecho, que los filósofos griegos antiguos como Sócrates y Aristóteles desarrollaron una palabra para describir este tipo de comportamiento: Akrasia.
Akrasia es el estado de actuar contra tu mejor juicio. Es cuando haces una cosa aunque sabes que debes hacer otra. Traducido libremente, se podría decir que akrasia es la dilación o la falta de autocontrol. Aquí hay una definición moderna: La dilación es el acto de retrasar o posponer una tarea o conjunto de tareas. Entonces, ya sea que se refiera a ella como dilación o akrasia u otra cosa, es la fuerza la que le impide seguir adelante con lo que se propuso hacer.
Pero ¿por qué postergamos? ¿Qué está pasando en el cerebro que nos hace evitar las cosas que sabemos que deberíamos estar haciendo?
– Este es un buen momento para traer algo de ciencia a nuestra discusión. La investigación en psicología conductual ha revelado un fenómeno llamado “inconsistencia en el tiempo”, que ayuda a explicar por qué la postergación parece atraernos a pesar de nuestras buenas intenciones. La inconsistencia temporal se refiere a la tendencia del cerebro humano a valorar las recompensas inmediatas más que las futuras.
No puedes confiar en las consecuencias y recompensas a largo plazo para motivar a tu Ser Presente. En cambio, tienes que encontrar una manera de mover futuras recompensas y consecuencias hacia el momento presente.
Cómo dejar de postergar ahora mismo?? – Hay una variedad de estrategias que podemos emplear para dejar de postergar. A continuación, describiré y explicaré cada concepto, luego le proporcionaré algunos ejemplos de estrategia en acción.
Opción 1: Hacer que las recompensas de tomar medidas sean más inmediatas. Si puede encontrar una manera de hacer que los beneficios de las elecciones a largo plazo sean más inmediatos, entonces será más fácil evitar la procrastinación. Una de las mejores formas de traer recompensas futuras al momento presente es con una estrategia conocida como agrupación de tentación. En pocas palabras, la estrategia sugiere que agrupe un comportamiento que sea bueno para usted a largo plazo con un comportamiento que se sienta bien a corto plazo.
Opción 2: hacer que las consecuencias de la procastinacion sean más inmediatas. Hay muchas maneras de obligarlo a pagar las consecuencias de la postergación más temprano que tarde. Por ejemplo, si hace ejercicio solo, omitir su entrenamiento la próxima semana no afectará su vida en absoluto. Tu salud no se deteriorará de inmediato porque te perdiste ese entrenamiento. El costo de postergar el ejercicio solo se vuelve doloroso después de semanas y meses de comportamiento perezoso. Sin embargo, si se compromete a hacer ejercicio con un amigo a las 7 a.m.del próximo lunes, el costo de omitir su entrenamiento se vuelve más inmediato.
Opción 3: Diseñe sus acciones futuras. Una de las herramientas favoritas que usan los psicólogos para superar la procrastinación se llama un “dispositivo de compromiso”. Los dispositivos de compromiso pueden ayudarlo a dejar de procrastinar diseñando sus acciones futuras con anticipación.
Por ejemplo, puede frenar sus hábitos alimenticios futuros comprando alimentos en paquetes individuales en lugar de hacerlo a granel. Puede dejar de perder el tiempo en su teléfono eliminando juegos o aplicaciones de redes sociales. (También puede bloquearlos en su computadora). Del mismo modo, puede reducir la probabilidad de navegar por canales sin sentido escondiendo su televisor en un armario o solo apagándolo. Todos estos son ejemplos de dispositivos de compromiso que ayudan a reducir las probabilidades de procrastinación.
Opción 4: Hacer la tarea más alcanzable. Como ya hemos cubierto, la fricción que causa la dilación generalmente se centra en comenzar un comportamiento. Una vez que comienzas, a menudo es menos doloroso seguir trabajando. Esta es una buena razón para reducir el tamaño de sus hábitos porque si sus hábitos son pequeños y fáciles de comenzar, entonces será menos probable que postergue.
Hacer que sus tareas sean más alcanzables es importante por dos razones.
1. Pequeñas medidas de progreso ayudan a mantener el impulso a largo plazo, lo que significa que es más probable que termine tareas grandes.
2. Cuanto más rápido complete una tarea productiva, más rápido desarrollará su día una actitud de productividad y efectividad.
Hasta ahora hemos cubierto una variedad de estrategias para vencer la procrastinación a diario. Ahora, analicemos algunas formas de hacer de la productividad un hábito a largo plazo y evitar que la postergación regrese a nuestras vidas. Una razón por la que es tan fácil volver a caer en la procrastinación una y otra vez es porque no tenemos un sistema claro para decidir qué es importante y en qué debemos trabajar primero. (Este es otro ejemplo más del sistema que a menudo es más importante que el objetivo).
Uno de los mejores sistemas de productividad que he encontrado también es uno de los más simples. Se llama The Ivy Lee Method y tiene seis pasos:
1. Al final de cada día de trabajo, escriba las seis cosas más importantes que debe lograr mañana. No anote más de seis tareas.
2. Priorice esos seis elementos en orden de su verdadera importancia.
3. Cuando llegue mañana, concéntrese solo en la primera tarea. Trabaje hasta que termine la primera tarea antes de pasar a la segunda tarea.
4. Acércate al resto de tu lista de la misma manera. Al final del día, mueva los elementos sin terminar a una nueva lista de seis tareas para el día siguiente.
5. Repita este proceso todos los días hábiles.
Esto es lo que lo hace tan efectivo:
· Es lo suficientemente simple como para funcionar realmente.
· Te obliga a tomar decisiones difíciles.
· Elimina la fricción del arranque.
· Se requiere de una sola tarea.