El regreso de South Park no pasó desapercibido. Tras dos años de ausencia, la serie animada volvió con un episodio cargado de sátira política que puso en el centro de la controversia al expresidente Donald Trump. La respuesta no se hizo esperar: la Casa Blanca emitió un duro comunicado en defensa del exmandatario, criticando el contenido del capítulo y la relevancia del programa.
El episodio titulado Sermon on the Mount, estrenado esta semana como inicio de la temporada 27, muestra a Trump en situaciones absurdas y provocadoras. Entre ellas, aparece en la cama con Satanás, colgando fotos suyas desnudo en la Casa Blanca y respondiendo con desinterés ante cuestionamientos sobre aranceles o su presunta vinculación con la "lista de Epstein". Las escenas, generadas en parte con inteligencia artificial, también lo muestran corriendo desnudo por el desierto, lo que encendió el debate en redes sociales.
La sátira no se limitó al personaje de Trump. También incluyó a una versión animada del primer ministro canadiense Mark Carney, con quien el expresidente tiene un intercambio cargado de sarcasmo. Además, el episodio hace alusión a una reciente demanda de Trump contra CBS, propiedad de Paramount, acusándola de manipular una entrevista con la vicepresidenta Kamala Harris para el programa 60 Minutes.
Casa Blanca responde a episodio de South Park
Ante la viralización del episodio, la Casa Blanca reaccionó con firmeza. En un comunicado enviado a la agencia EFE, la vocera Taylor Rogers afirmó:
El programa no ha sido relevante en más de 20 años y sobrevive con ideas poco inspiradas en un intento desesperado por atraer atención. El presidente Trump ha cumplido más promesas en seis meses que cualquier otro mandatario en la historia de Estados Unidos, y ningún programa de cuarta categoría podrá frenar su buen desempeño".
El episodio fue transmitido pocos días después de que Paramount firmara un acuerdo de 1.500 millones de dólares con los creadores de South Park, Trey Parker y Matt Stone, para asegurar la producción de 50 nuevos capítulos. Lejos de pasar desapercibido, el regreso de la serie reafirma su estilo irreverente y su capacidad de incomodar al poder.
