Anezka Kasparkova, de 91 años, se dedica a pintar algunas casas y la capilla de su pueblo, Louka, en la región de Moravia, de Republica Checa.
Su color favorito es el azul marino y los motivos recurrentes de sus pinturas son principalmente las flores que adornan las fachadas de las casas.
La peculiaridad de Anezka es su edad, y a pesar de ello no abandona su pasión por la pintura.
Su proyecto es pintar las edificaciones de su aldea, con lo cual aplica una decoración hecha de acuerdo a su imaginación, y muchos se asemejan a flores florecientes usando siempre el azul.