Muchas personas se alarman cuando sus rodillas emiten un extraño sonido sin alguna “razón”. Le explicamos a qué se debe este molesto ruido y cuándo debe ser una señal de alarma sobre su salud.
El motivo de este sonido, también llamado “crepitación”, puede producirse por diversas causas. Le explicamos algunas de ellas:
Según los especialistas, uno de los motivos más comunes por los que “crujen” las rodillas es la acumulación de gas en el líquido sinovial, que hace que se formen pequeñas burbujas. El líquido sinovial es un fluido que se encuentra en las articulaciones, y cuyo efecto lubricante reduce el roce entre ellas.
Si esto sucede al flexionar las rodillas, las burbujas que se forman por el líquido sinovial pueden romperse o explotar, lo que produce ese característico y desagradable sonido. Esto es completamente normal e indoloro, y nos sucede a todos de vez en cuando.
No obstante, si el sonido o la “crepitación” va acompañado de dolor, sí debería prestar atención y acudir al traumatólogo para un chequeo, ya que puede ser signo de un problema articular más serio, como la artrosis. Y es que la rodilla es la articulación más grande y la que más peso soporta de todo el cuerpo, por ende, es también la que más sufre.
Otro de los motivos son:
- Lesiones de meniscos.
- Condromalacia rotuliana.
- Síndrome de dolor patelofemoral (SDPF) o rodilla de corredor.
Fuente: La Opinión