Aclaremos desde el principio que lo mejor es evitar cualquier clase de bebida alcohólica si lo que persigues es bajar de peso, medidas e incluso porcentaje de grasa y esto tiene su razón de ser en los azúcares provenientes del alcohol que debe descomponer el organismo.
Sigo la dieta pero toca ir a la fiesta. ¿Qué hago?
Pues bien si ya te toca por que si no tu novia te manda a volar o tu novio te ahorca, pues lo mejor en todo caso es el vino y te explicamos por qué: cuando ingresas a una reunión, bar, antro, entiéndase te emocionas, por lo general tu adrenalina se eleva y transpiras, haciendo que pierdas líquido y electrolitos. Si vas y tomas una cerveza lo más probable es que termines con unas 6 a 8 encima por que vas a bailar y regresas y sudas más y te deshidratas más. A más sed más cerveza y crees que así te la estás quitando pero lo único que haces es deshidratarte más.
En cambio con el vino no es que no te deshidrates, pero debido al elevado porcentaje de alcohol lo más probable es que de unas 2-3 copas no pases, bueno que hay peores, los hay pero para efectos prácticos el estudio reveló que no excedes como con la ingesta de cerveza por lo que tus calorías, azúcares y derivados no se ven tan afectados, siendo esto mejor para la dieta.
Ahora te preguntarás pero por qué es que engordo con la cerveza si no es grasa. Pues aquí querido lector es donde te equivocas por que en realidad los carbohidratos de la cerveza (azúcares) al descomponerse se almacenan en forma de grasa ya que el cuerpo los toma para reserva (no vaya ser que luego me hagan falta, dice) y allí es donde se forma tu panza chelera.