Cuando salimos con alguien, no falta que nuestros amigos o nuestra familia nos diga que se parece a la persona anterior en la que nos fijamos (no solamente fisicamente)… claro, siempre lo negamos. Sí, es algo muy extraño, no queremos verlo pero debemos aceptar que la mayoría de las veces esto es cierto. No debemos asustarnos más, aquí te explicamos la verdadera razón por la que siempre elegimos al mismo tipo de pareja, claro, con pruebas de la ciencia.
De acuerdo con un estudio publicado en la Asociación Americana de Psicología, dice que desde niños, nosotros creamos una imagen ideal basada en nuestro padre o nuestra madre, la misma imagen que se fundamenta como estereotipo cuando estamos en busca de la pareja ideal. Podemos enfocarnos en la personalidad, afinidades físicas o cualquier otra característica que tenga que ver con nuestros progenitores. Esta decisión también puede verse afectada por el tipo de relación que tengamos con nuestros papás, y si hemos sentido soporte emocional por su parte.
Nuestra búsqueda de pareja está enfocada en una ideal, lo que quiere decir que muchas veces no nos importa cuántas personas pasen por nuestra vida, nosotros vamos a enfocarnos en hallar esa imagen que hemos creado desde que éramos pequeños; nuestra pareja “perfecta” con quien deseamos compartir mucho de nuestra vida. Muchas relaciones potenciales responden a este estereotipo (a esta teoría) de manera inconsciente y –afortunadamente o desafortunadamente– es algo que no se puede cambiar.
También debemos recordar que Sigmund Freud mencionó en su teoría conocida como “Complejo de Edipo”, que desde pequeños nos fijamos en la conducta de nuestros padres y la almacenamos en nuestro subconsciente, y después esta información influye a largo plazo cuando nos enfrentamos a la situación de elegir a nuestra pareja.
El estudio anterior también establece que aquellas personas que suelen ser más extrovertidas, en la mayoría tienen más experiencias en sus relaciones sociales, lo mismo que hace que tengan mayores probabilidades de buscar perfiles distintos de esta imagen que se establece desde la infancia y tengan la oportunidad de establecer relaciones con personas que estén lejanas de esa misma imagen o ese ideal, o quizá de perfeccionarla hasta que esté adaptada a su personalidad adulta.
Así que checa un repaso de todas aquellas personas en las que te has fijado y piensa si realmente aún conservas esa imagen que te creaste de pequeño, quizá a ti ya te atraen otros factores distintos y te desprendiste de aquel ideal.