Tener un pequeño negocio propio es un gran paso. En este caso debes cuidar que sea algo que no te exija una gran inversión, que tenga horarios flexibles y que no necesites de una capacitación adicional. Aquí te van algunas ideas para emprender mientras estudias.
Servicio de mudanzas
Un trabajo que puedes hacer el fin de semana es ayudar a otros con sus mudanza. Con este servicio cargarías muebles y te ocuparías de dejarlos en donde sea que tu cliente quiera.
Dependiendo de lo que ofrezcas (si cuentas con camioneta propia o únicamente ayudaras a cargar y descargar un camión) podrás cobrar una buena cantidad por cada servicio.
Telemarketing
Generalmente en estos empleos se pagan por hora, así que podrías ajustar perfectamente tu horario para que no descuides tus estudios. Las mejores personas para estos puestos son aquellas que no se intimidan al hablar por teléfono y que tienen un innato gusto y talento por las ventas.
Entrenador personal
Si te gusta mantener tu cuerpo en forma, este es el trabajo ideal para ti. Puedes aprovechar el tiempo en el que te ejercitas y ganar un buen dinero por asesorar a otros.
Dependiendo del gimnasio, algunos te piden una certificación especial para entrenar en ciertos tipos de aparatos y ejercicios, pero por lo regular la práctica que tengas será más que suficiente.
Tutor
El trabajo ideal si sacas buenas calificaciones es ser un tutor. Podrás aprovechar el tiempo repasando temas que dominas con otro compañero y a la vez lo ayudarás a subir sus notas.
Niñera
Si eres bueno con los niños, paciente y una persona muy responsable, puedes considerar se una niñera o niñero. Puedes empezar a cuidar a tus sobrinos o a los hijos de amigos o vecinos, y ya cuando tengas más confianza de tus habilidades podrás expandir tu negocio.