Este lunes 9 de diciembre fueron encontrados los cuerpos de Jacqueline Nava, sus dos pequeñas hijas y del padre de las pequeñas.
Quien las mató y luego de suicidó en la misma casa donde vivieron por cuatro años, ubicada en la colonia San José Poza Honda, Naucalpan, Estado de México.
El domingo por la tarde, Jacqueline, de 19 años, le mandó un mensaje a su padre para avisarle que iría a ver a sus hijas a la casa de su excónyuge, de quien se separó en octubre pasado debido a los maltratos ejercidos.
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-Estaban separados-
Ella había vivido en esa casa por cuatro años cuando se fue a vivir con Pedro Rivera, quien actualmente tenía 34 años y de oficio soldador.
La joven madre decidió dejar al padre de sus hijas en octubre por los constantes maltratos.
La semana pasada Pedro retuvo durante una semana a las niñas en su casa.
Este domingo Jacky, como le decían de cariño, acudió con la esperanza de que se las dejara llevar con ella, ya que ella tenía la custodia.
Jacqueline quería rehacer su vida, su plan era regresar a estudiar para darle un futuro mejor a sus pequeñas Brenda Yared de cuatro años y de Sofia Aideé de un año y medio.
Sin embargo, Pedro no se lo permitió, durante la madrugada se escucharon gritos pero los vecinos no intervinieron. Ellos estaban acostumbrados a los pleitos provenientes de aquella vivienda.
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-Primeras investigaciones-
El sujeto primero mató a Jacqueline, después la descuartizó con un esmeril, cuando realizó el atroz hecho. Envenenó a sus pequeñas para luego cortarse el cuello con el mismo aparato con el que mató a Jacqueline.
Tras llamarle sin obtener respuesta, sus familiares acudieron a casa de Pedro y encontraron la terrible escena cerca de las 14 horas.
Los cuatro cuerpos estaban en el departamento donde Pedro dejó una carta póstuma, pidiendo que los velarán y los enterraran juntos porque “amaba a su familia”.