El papa Francisco afirmó este domingo que está “muy afligido” por la reconversión de la antigua basílica de Santa Sofía, en Estambul, en una mezquita, por decisión del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
“Mi pensamiento va a Estambul. Pienso en Santa Sofía. Estoy muy afligido“, dijo brevemente el pontífice al término de la oración del Ángelus, fuera del discurso previsto.
Estas palabras del Papa son el primer comentario del Vaticano sobre la decisión turca de reconvertir la antigua basílica en mezquita.
El Osservatore Romano, el diario del Vaticano, había informado la víspera de los hechos, citando las principales reacciones internacionales, pero no había emitido comentarios.
Varios países, sobre todo Rusia y Grecia, que siguen de cerca la evolución de patrimonio bizantino en Turquía, así como Estados Unidos y Francia, criticaron la transformación de la antigua basílica en lugar de culto musulmán.
Para Grecia, Santa Sofía está identificada con Constantinopla, como siguen los griegos llamando a Estambul.
“Esta decisión tiene un simbolismo particular y sirve para presionar a Europa, donde el conflicto entre cristianismo e islam es un factor importante de la identidad europea“, subraya la historiadora Christina Koulouri.
El presidente Erdogan, que promueve esta medida desde hace años, rechazó las críticas internacionales argumentando que se trata de “derechos soberanos” de su país.
Patrimonio de la Humanidad
Santa Sofía, construida en el siglo VI por los bizantinos que coronaban allí a sus emperadores.
El sitio ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y es una de las principales atracciones turísticas de Estambul.
En 2019, recibió a unos 3.8 millones de visitantes.
Convertida en mezquita tras la toma de Constantinopla por los otomanos en 1453, fue transformada en museo en 1934 por el dirigente de la joven República turca, Mustafa Kemal Atatürk, que deseaba “ofrecerla a la humanidad“.
*Con información de AFP