Un grupo de investigadores constató la “presencia aparente” de fosfina, un gas existente en la Tierra, en las capas nubosas de Venus, descubrimiento que, según expertos, podría ser el “más importante” en la búsqueda de vida extraterrestre.
Jane S. Greaves, profesora de astronomía de la Universidad de Cardiff y directora del estudio, recuerda que es la primera vez que se halla fosfina (o fosfano) en uno de los cuatro planetas telúricos del Sistema Solar, “al margen de la Tierra”.
La investigadora, que confía en “haber tenido en cuenta todos los procesos susceptibles de explicar su presencia en la atmósfera de Venus” antes de descartarlos, cree que solo queda como hipótesis un proceso desconocido o una forma de vida.
En este último caso, cree que esta “tendría un tamaño pequeño, para flotar libremente”.
“La detección de fosfina no supone una prueba robusta de vida, sino que solo constata una química anormal inexplicada”.
“Incluso si un planeta contuviera fósforo en abundancia, podría faltarle otra condición necesaria a la vida, como otros elementos, o su entorno podría ser demasiado caliente o demasiado seco”, previene la científica.
No obstante, para el profesor Alan Duffy, astrónomo de la Universidad de Swinburne en Australia, el hallazgo es una “de las señales más excitantes que he visto nunca sobre la posible presencia de vida fuera de la Tierra”.
Por su parte, Jim Bridenstine, administrador de la NASA, señaló que “el descubrimiento de fosfina, un subproducto de la biología anaeróbica, es el evento más importante hasta hoy en la búsqueda de vida fuera de la Tierra”.
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¿Qué es la fosfina?
El gas fue detectado mediante la observación de la atmósfera venusiana con la ayuda de dos radiotelescopios.
“Podría proceder de procesos desconocidos de fotoquímica o geoquímica, o por analogía, de la producción biológica de fosfina en la Tierra, gracias a la presencia de vida”, explica el estudio.
La fosfina está compuesta por un átomo de fósforo y tres de hidrógeno.
Este compuesto se halla también en planetas gigantes gaseosos del Sistema Solar, pero no es de origen biológico, es decir, vivo. En cambio, las trazas de fosfina presentes en la atmósfera terrestre proceden exclusivamente de una actividad humana o microbiana.
*Con información de AFP