Los test anales para detectar el Covid-19 comienzan a ser cada vez más comunes en China, un método aparentemente más fiable, pero que ha generado numerosas críticas.
Pese a haber logrado frenar, en gran medida, la pandemia, en semanas recientes el país asiático ha registrado pequeños brotes de la enfermedad, los cuales han llevado a las autoridades sanitarias a realizar test rápidos y masivos a decenas de miles de personas mediante PCR.
Las muestras suelen tomarse de la nariz o la garganta, pero medios locales han reportado que los residentes de algunos barrios de Pekín, donde se descubrieron contagios, han sido sometidos a test anales.
La medida también se estaría imponiendo a las personas en cuarentena obligatoria en los hoteles, incluidos los viajeros procedentes del extranjero.
El doctor Li Tongzeng, del hospital You’an, de Pekín, aseguró en declaraciones a la televisión pública CCTV que la prueba rectal “aumenta la tasa de detección de personas infectadas”, pues el coronavirus permanece más tiempo en el ano que en las vías respiratorias.
Críticas y bromas
La medida, no obstante, ha generado reacciones divididas en las redes sociales, donde muchos la han criticado y otros han hecho burla de la misma.
“No es demasiado doloroso, pero sí es muy humillante”, dijo un usuario de la red social Weibo.
“Me han hecho dos exploraciones anales. En el proceso, también me tomaron una muestra de la garganta. Cada vez, temía que la enfermera se olvidara de cambiar el hisopo entre las dos”, bromeó otro internauta.
La CCTV aclaró, sin embargo, que las pruebas rectales no se generalizarán porque “no son lo suficientemente prácticas”.
Desde marzo de 2020, China restringió severamente las llegadas internacionales, y en los últimos meses ha reforzado las restricciones.
Todas las personas que quieran viajar al país deben presentar dos test negativos (PCR y serológico) antes de embarcar y, a su llegada y por cuenta propia, realizar una cuarentena de al menos 14 días en un hotel.
*Con información de AFP