El presidente Bernardo Arévalo participó en la ceremonia de conmemoración de los 151 años de la Escuela Politécnica y del Día del Cadete, que se conmemora este domingo 1 de septiembre de 2024, y en su discurso abogó por una modernización del Ejército de Guatemala, frente a los mandos militares. En ese contexto, prohibió “que todo el personal militar se abstenga de asociarse a personas o grupos cuyos intereses y comportamientos contravengan y obstaculicen el desarrollo del marco de valores profesionales”.
Arévalo declaró que “la historia de las academias militares está intrínsecamente ligada a la evolución de los países y de la sociedad”. Asimismo, indicó que las mismas “nacen de la necesidad de formar ejércitos profesionales, para la defensa de los estados, dejando atrás las prácticas militares fundadas en la tradición más que en la ciencia”.
#AHORA El presidente Bernardo Arévalo participa en el 151 aniversario de la Escuela Politécnica.
Vía: Ángel Oliva pic.twitter.com/44lWLUrzAv
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) September 1, 2024
Arévalo citó al sociólogo Edelberto Torres Rivas para aseverar que “la modernización del Estado comienza con El Ejército”. El gobernante señaló que “con ese propósito fue fundada la Escuela Politécnica en 1,873”.
El presidente recalcó que la Escuela Politécnica fue fundada en medio de un contexto económico, social y político muy diferente a la actual. Sin embargo, consideró que ese tiempo “era, como este, uno de cambio y de transformación”.
“Los Ejércitos deben adaptarse al cambio que atraviesan las sociedades en el tiempo y por eso las instituciones militares atraviesan procesos constantes de evolución”, subrayó.
El mandatario mencionó que esa evolución evoca los aspectos de la doctrina militar y los valores militares, pasando por “la implementación de métodos, tecnologías y técnicas pedagógicas como una necesidad imperativa para que los militares y los ejércitos adapten su actuar a las necesidades de la nación y la sociedad”.
Destaca el fin del Ejército
“Su fin primordial es la defensa de las y los ciudadanos y de los intereses nacionales, tal y como están expresados en la misión constitucional del Ejército de Guatemala”, indicó.
El mandatario agregó que “el Ejército de Guatemala se fundamenta en su escuela politécnica, porque en esta institución se forman los oficiales”. Además, destacó que ahí se “imparte doctrina, forja valores cívicos y democráticos, y sobre todo, se practican los más altos estándares de calidad profesional, ética y moral”.
Señala debilidades críticas del Ejército
Arévalo aseguró que, junto a los mandos, hicieron un análisis minucioso de la situación institucional del Ejército de Guatemala e identificaron algunas debilidades críticas.
El mandatario consideró que estas deben ser tratadas “si queremos desarrollar prácticas que protejan los principios filosóficos, axiológicos de la carrera militar profesional”. Añadió que deben trabajar “si queremos avanzar en la consolidación de una institucionalidad militar efectivamente al servicio de un Estado democrático”.
“Entre esas debilidades se encuentran las prácticas que ponen a la institución militar al servicio de políticos de turno y de otros actores poco transparentes e incluso criminales”, declaró.
“Son prácticas que minan la institucionalidad del Ejército, como la de decidir ascensos de grado”. Prosiguió: “Especialmente a los de general o de suma responsabilidad, a partir de compadrazgos o componendas políticas”.
Por esta razón he sido enfático en la necesidad de corregir estas prácticas dentro de la institución, ya que tal y como lo expresé en mi discurso del Día del Ejército, “El Ejército no es botín de nadie, ya que le pertenece al pueblo de Guatemala”
Prohibiciones del presidente
“En este sentido, exijo y ordeno que todo el personal militar se abstenga de asociarse a personas o grupos cuyos intereses o comportamientos contravengan y obstaculicen el desarrollo del marco de valores profesionales y principios institucionales, meritocráticos y democráticos que profesa el Ejército de Guatemala”.
“A ocho meses de haber tomado posesión, puedo decirles con toda solvencia y gracias al trabajo realizado en conjunto con el mando del Ejército y toda la oficialidad, que hemos retomado la apoliticidad como principio rector de la institucionalidad militar”, destacó.
El mandatario recordó que, desde los primeros nombramientos que se hicieron al inicio de su gobierno, seleccionaron a los oficiales minuciosamente.
Agregó que tomaron en cuenta “los indicadores meritocráticos necesarios para ocupar dichos puestos”, entre esos destacó:
- Trayectoria profesional,
- Valores éticos y morales,
- Perfil académico,
- Compromiso con los valores democráticos,
- Compromiso con valores de la institución militar,
- Probidad demostrada a lo largo de su vida particular y profesional.
“Seguiremos en este camino, ya que Guatemala se merece tener un Ejército digno y transparente, en donde sus integrantes estén dispuestos a rendir cuentas de sus actos y acciones”, dijo.
Recalcó que los militares deben creer en la meritocracia “como el único camino para hacerse de las más altas distinciones durante su carrera”.
Entre otros temas, resaltó la importancia de que el actuar del personal militar tenga como eje transversal el respeto a los derechos humanos.
“El amor a la patria y el compromiso con los principios democráticos del Estado de Guatemala, establecidos en nuestra Constitución”.
Además, instó a no olvidar que la carrera militar se constituye bajo el manto de las ocho palabras que son vida y razón del cadete:
- Honor,
- Valor,
- Lealtad,
- Unión,
- Deber,
- Virtud,
- Ciencia,
- Fuerza.
El presidente Bernardo Arévalo estableció que mujeres y hombres deben esforzarse para lograr ascensos, resaltando la igualdad.
El jefe del Ejecutivo ordenó al ministro de la Defensa y a todo el mando del Ejército “llevar a cabo una revisión minuciosa de la doctrina militar vigente”.
Destacó que el objetivo de la revisión es adaptar la doctrina a “las necesidades actuales del desarrollo democrático e incluyente de la nación y la sociedad”.
Finalmente, deseó muchas felicidades a los integrantes de la Escuela Politécnica y a los cadetes, especialmente a quienes recibieron el espadín del cadete.
