Si sientes que una semana de vacaciones dura menos que una de trabajo, no estás alucinando, tampoco significa que odies tu trabajo… bueno, quizá. En realidad existe una razón por la que tienes esa sensación, descubre por qué parece que el tiempo vuela cuando te diviertes.
Es una regla: cuando estás con tus amigos, viendo una película o jugando con tus hijos, el tiempo pasa volando; en cambio, cuando estás en una reunión aburrida, o sólo esperas que termine el viernes para irte a tu casa, parece que los segundos son minutos y los minutos horas. Todo está en tu cerebro y su forma de funcionar.
Según el sitio Live Science, él tiene su propia percepción del tiempo y ésta depende mucho de tus expectativas. A decir del neurocientífico del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, Michael Shadlen, el cerebro puede representar la probabilidad de que algo ocurra.
¿Qué tiene que ver esto con el tiempo? El especialista afirma que cada pensamiento tiene varios horizontes (límites) y el tiempo se mueve de acuerdo a cómo los anticipamos. Es decir, cuando te clavas en algo o diviertes, tu cerebro ve el panorama general, los horizontes cercanos y lejanos, lo cual hace volar el tiempo.
En contraste, cuando te aburres sólo ves los cercanos, no el final del “todo”, por lo tanto, el tiempo se arrastra. Piénsalo como leer un libro: cuando es interesante y te atrapa, imaginas lo que pasará al final, por lo tanto, lees por horas sin notarlo. En cambio, cuando es algo técnico o aburrido, sientes que nunca acabas porque vas de línea en línea.
Pero además, también está el factor químico. Según el neurocientífico Joe Paton, cuando te diviertes, tus neuronas liberan más dopamina, la cual se relaciona con el sentimiento de recompensa, por lo tanto tu cerebro cree que ha pasado menos tiempo del que pasó, en cambio cuando realizas una actividad tediosa, la dopamina segregada es menor.
Finalmente, David Eagleman, profesor de la Universidad de Starnford, explicó que algo tiene que ver también tu edad, pues el tiempo se acelera conforme envejeces, pues las cosas no son tan novedosas como lo eran de niña. De ahí que los años pasen volando.
Definitivamente el cerebro es una máquina sorprendente y maravillosa, lástima que en ocasiones nos juegue en contra. Al parecer la única forma de hacer que el tiempo vuele esos momentos aburridos es buscar algo que te emocione o entretenerte en otra cosa para padecer menos.